Un ex mandatario debe impuestos, señaló ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando se le preguntó si había denuncias penales en contra de algún antecesor. “No tenemos ninguna denuncia, ninguna prueba, nada, acerca de los ex presidentes”. Aunque durante la conferencia de prensa matutina se reservó el nombre, fuentes de Palacio Nacional indicaron que el aludido es Vicente Fox (que gobernó de 2000 a 2006), a quien supuestamente el Servicio de Administración Tributaria (SAT) le condonó impuestos y fue beneficiario del Fondo Bancario de Protección al Ahorro. El Presidente aseguró que, a pesar de lo que decían sus opositores, “he estado al corriente, siempre manifestando mis impuestos, que por cierto no es poco el descuento, sobre todo lo que tiene que ver con los libros, que eran mis principales ingresos durante mucho tiempo”. El tema surgió cuando López Obrador respondió que su gobierno no tiene ninguna prueba o denuncia contra el ex presidente Enrique Peña Nieto por el caso Odebrecht (firma que pagó sobornos millonarios para obtener contratos en Pemex). “En Odebrecht no, ni en otros casos. Tengo alguna información de que alguno de los ex presidentes debe impuestos. Es un asunto que debe ver el SAT”, precisó. A pregunta expresa, el Presidente se refirió ayer a sus antecesores: comentó que si bien reitera sus críticas a Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), a quien llama “el padre de la desigualdad moderna”, no sería correcto hacer alguna referencia a familiares de políticos (un hijo de Salinas es señalado en una investigación judicial en Estados Unidos). “Lo de sus hijos no, no me meto, porque, ¿qué culpa tienen ellos? No debemos meternos con la familia”, sentenció. Más adelante recordó sus declaraciones del año pasado, desde tiempo de campaña, en el sentido de dar “punto final” y no desatar persecución de ex funcionarios. Sin embargo, dejó en claro que ello no significa cancelar demandas en curso o actuar como tapaderas. “No encubrimos, no protegemos a nadie”, aseveró. Uno de estos expedientes involucra al ex director de Pemex en el sexenio pasado, Emilio Lozoya, hoy con orden de aprehensión. El Presidente subrayó que su gobierno colabora con la Fiscalía General de la República cuando se le requiere información, sobre todo financiera, pero el desarrollo de la investigación e incluso un eventual citatorio para el ex presidente Peña Nieto por el asunto Odebrecht es atribución de la fiscalía. “Hay que releer lo que dije cuando tomé posesión. Primero, que no iba a haber persecución, que no era mi fuerte la venganza, que pensaba poner un punto final. Esa era mi postura, no desatar la persecución a los responsables del saqueo y ver hacia delante, porque tendríamos que ir a revisar lo que hicieron los de mero arriba para acabar con la simulación, de que siempre son chivos expiatorios los únicos que se castigaban”, recordó. “Y yo expresé”, añadió, “que lo mejor era la condena al régimen neoliberal, que es sinónimo de saqueo, de robo, y que no íbamos nosotros como Ejecutivo a promover denuncias. “En el caso de Lozoya era una investigación que venía de tiempo atrás, como el caso también del abogado (Juan) Collado y de (Alonso) Ancira, (director de Altos Hornos de México). “Lo único que hemos hecho nosotros es remitir todo a la fiscalía y no detener nada. Tampoco dar indicaciones ni en un sentido ni en otro a la fiscalía, que actúa con autonomía para que acabemos con la corrupción”, señaló. –¿A qué ex presidente se refiere? –Ahí en el SAT a ver si es posible darlo a conocer, por la cuestión de las leyes del secreto bancario. Pero independientemente de si se da a conocer o no se da a conocer, lo que sí les puedo decir es que se está procediendo legalmente en contra de todos los evasores fiscales, sean quienes sean, contra todos. “Ya no valen la palanca, la recomendación, el influyentismo, las agarraderas: ahora es el que todos nos portemos bien y todos a cumplir la ley, estado de derecho, auténtico... Ya se terminan los privilegios, no hay privilegios para nadie”, remató el Presidente. |