Disfrazados de adultos mayores, familias de Xalapa y la región, salen a las calles a cantar "Una limosna para este pobre viejo", tradición mexicana característica del fin de año.

Portando instrumentos musicales, pelucas, sombreros, máscaras, gafas oscuras y globos entres sus prendas, solos o en familia, este día se acostumbra a bailar y cantar de puerta en puerta, en parques o cruceros para pedir una "limosna". 

Algunas usan lo recaudado este día para compartirlo con las parientes o amigos en cena de Año Nuevo, repartirlo entre sus integrantes o incluso para comprar bebidas o cohetes.

Este es el caso del grupo de jóvenes provenientes del municipio de Teocelo, quienes desde hace tres años se unen y viajan juntos a la ciudad de Xalapa, desde temprana hora, para poder recaudar el dinero suficiente para iniciar con un buen año.

"Nosostros nos repartimos el dinero, algunos los usamos para pagar el carro de regreso, para comprar las chelas y los cohetes. La verdad es que nos gusta venir cada año (a Xalapa) porque nos divertimos", señalaron.

Por su parte, la señora Laura, quien este día estuvo acompañada de sus amigas, señaló que su propósito de salir es para que sus hijas conozcan la tradición.

"Es la primera vez que lo hacemos, pero sin duda lo haremos de nuevo, nos gusta hacer reír a la gente con nuestros saltos, más de lo que la moneda que ellos nos puedan dar".

Otras familias que no son participes de de salir a las calles, tienden a elaborar o comprar un muñeco con ropa, cartón, periódico, aserrín y otros materiales, y lo incineran en punto de las 0:00 horas 

Lo anterior, con el propósito de “quemar malas vibras”, deshacerse de problemas e iniciar un año positivo.

Este año la figura del viejo se comercializó en los mercados y calles en un precio de 80 y 100 pesos.