A sus 52 años, Matilde Reyna Rodríguez Méndez, conocida como "Mati", es el mejor promedio de la preparatoria mixta "Constitución de 1917".

Pero llegar hasta este punto fue muy complicado, ya que narró que tuvo una infancia difícil.

Recordó que a los 10 años, cuando cursaba el cuarto grado de primaria, sus padres la abandonaron, por lo que tuvo que concluir la escuela en el turno nocturno y ya no pudo continuar la secundaria, pues tuvo que trabajar para salir adelante.

"Siempre me había gustado la escuela, pero siempre pesó más lo económico y por eso me incliné más por el trabajo porque teniendo trabajo viene el dinero y si hacemos una jerarquía de valores, pesa más el dinero que continuar la escuela".

Sin embargo, al pasar los años, notó que le era complicado conseguir empleo, ya que en la mayoría de lugares solicitan personas con preparación, algo que le faltaba.

Ahí, nació su motivación para continuar con sus estudios.

"Lo que me motivó a continuar mis estudios fue que ahora las personas necesitan más preparación, no se puede trabajar sin preparación, ese fue el motivo más grande para volver a la escuela".

A los 37 años se inscribió al IVEA y en sólo unos meses concluyó la educación secundaria con un promedio de 9.6.

Después, tomó un curso de computación durante año y medio de donde también se graduó con honores.

Aunque posteriormente volvió a dejar sus estudios a un lado, a los 49 años se animó a inscribirse a la preparatoria sabatina, donde cursa el tercer año y es la mejor de su generación.

Este sábado, a Mati le entregaron un reconocimiento que la llena de orgullo y satisfacción, además de que la motiva a seguir sus estudios.

Cuando los concluya, su siguiente paso será la universidad, donde esperar titularse en la carrera de Administración de empresas o contaduría, aun no se decide.

Mati es un ejemplo de superación para muchos de sus compañeros de preparatoria a quienes exhorta a no rendirse ni dejar de lados sus estudios, para lograr ser alguien la vida

"Que siempre traten de darle un espacio a la escuela porque es la base de nuestra vida. Si desplazan la escuela por juegos o trabajo, cometerán un error muy grave porque el día de mañana se darán cuenta del valor que tiene la escuela".