Comprar menos pollo o sustituirlo por carne de cerdo o verduras son algunas de las medidas que han tenido que tomar amas de casa, ante el incremento del precio del pollo y otros productos de la canasta básica.

Hay quienes afirman que si antes adquirían pollo durante toda la semana, han tenido que reducir a sólo un par de días.

“Claro que ha afectado la economía de todos los que no estamos en buena posición para pagar los altos precios del pollo (…) Si antes comprábamos dos o tres piezas de más, ya nos medimos, ya los que estamos en la casa nos tocó, sino pues ni modo”, expresó la ciudadana Rosalía López.

El pasillo del mercado Jáuregui donde se encuentran los vendedores de pollo luce vacío.

Sólo algunas personas, como José Luis Galicia, reconocen que durante esta época “todo sube” y se tienen que adaptar, porque el pollo es un producto indispensable en la mesa de toda familia xalapeña.

“Pues la verdad todo tiene que subir, es la época de que todo tiene que subir y pues a echarle ganas, no queda de otra” José Luis Galicia.

El costo del pollo incrementó de forma significativa, según algunos vendedores, por el excesivo calor que se ha registrado en fechas recientes y las enfermedades en aves.

Por eso el precio se maneja de la siguiente forma:

El kilo de pollo desde los 36 pesos.

Las pechugas desde 44 pesos. Las piernas con muslo desde 11 pesos.

Las alas desde 4 pesos y las mollejas con hígado desde 3 pesos.

Por ello, ciudadanos han optado por modificar sus menús o de plano comer “con medida”.

“Todo está caro, la verdura, el pollo, la carne, hay que comer de todo un poco, pero en medidas, exactamente”, lamentó Catalina Ruiz.