El blues que toca en las calles le sale desde dentro. Los dedos de Óscar Hernández, un joven de 17 años, hacen que el camino por la calle Enríquez suene a este género cuando toca las cuerdas de su guitarra eléctrica.

"Cuando toco blues, como que es mi manera de transmitirlo. Generalmente se siente raro cuando tocas. No lo puedo describir, pero me siento muy bien tocando. Me gusta el jazz también, pero no me da todavía la capacidad para tocarlo".

Para muchos no pasa desapercibido y llama la atención que a su corta edad ya interpreta bien este género.

Tocaba en la calle Lucio, otra calle cercana a donde suele sentarse ahora. El no tener dónde conectar su guitarra no lo detuvo, pues ahorró y compró su amplificador que puede llevar a varios lados.

"Cuando yo tocaba en Lucio pasaba la gente y me decían: tocas muy chido, me inspiraste... tocas muy padre. Ayer, justamente, estaba tocando afuera del banco, se bajó una persona a y me dijo qué chido que toque blues. Al parecer es raro que a la gente joven le guste, o el jazz", contó.

Fue en su casa donde adquirió el gusto por la música, especialmente por el rock, género que lo llevó a explorar otros estilos.

"Desde chiquito. Como mi mamá me ponía ese tipo de música, como que se me pegó y me empezó a gustar. A los 13 años ya escuchaba un poco de jazz, rock en general y pues me dio por tocar la guitarra y tocar como rithim and blues y canciones, por ejemplo, el TRI".

Estudia la preparatoria y música en el centro La Orquídea y está ahorrando para viajar a tomar clases en San Luis Potosí.

"Ahorita estoy juntando para un viaje, quiero ir a San Luis Potosí a tomar unas clases de guitarra con una amiga. Mi amiga tiene un novio que es músico".

Además, tiene un grupo de fusión de son llamado Ecox, donde experimenta, con sus amigos, diversos géneros, actividad que conjunta con sus estudios de preparatoria.