Año con año, Atlanta “Atti” Reyes elabora los tradicionales “viejitos” con ropa usada, tela y cartón para que perdure la tradición de quemarlos la noche del 31 de diciembre con el “año viejo”.

“Los elaboramos con mucho tiempo de anticipación. Todo lo que sobra, si no se venden, los desarmo y los encajo, depende… el relleno lo ocupo para otras cosas…todo el año voy consiguiendo ropa”, explicó mientras daba los últimos detalles a sus viejitos.

En su casa, ubicada en la calle Francisco Villa, los ofrece durante todo diciembre. “Cada año me gusta hacer algo nuevo, porque la gente es muy pirata. No puedo darles mis ideas, por eso voy innovando”.

Este año no faltó el viejo con la cara del expresidente Enrique Peña Nieto: “Hay que quemar a Peña Nieto, porque se portó muy mal seis años, por eso le hice esa cara de sonso. El año pasado hice a Donald Trump pero, así como una imitación, porque no me salió tan bien; cuesta mucho hacerlos de esas figuras, pero lo que sí me han encargado son los magistrados, Duarte, los voy a hacer, pero van tendrán un precio más elevado” dijo.
“Simbólicamente quemas a lo peor de un año para renovarse en el siguiente”. Elaborar a los viejos lo aprendió de uno de sus tíos y su mamá sigue apoyándola con el fin de preservar esta tradición.

“Mi tío, Silvio Hernández Anel, venía de Córdoba y nos inyectaba de esa chispa. A todos los niños nos ponía a ayudarlo a hacer bolas y bolas y ya la cabeza la armaba él con mi hermano… ya se nos fue quedando esa costumbre y ahora los hago sola”.

La costumbre es poner cohetes a estos viejos de tela o trapo, por ello recomienda ser cuidadosos si se usa pólvora. “Ahorita los trabajos son muy absorbentes, se pierde, mucha gente ya ni si quiera saben qué es un viejo… es rescatar lo que se está perdiendo”, contó.