Para María Evelia López Maldonado, Auditora Especial de Legalidad y Desempeño del Órgano de Fiscalización Superior, a los servidores públicos que incurran en una falta grave o una falta no grave y renuncian al cargo, el tiempo los alcanzará.

Aseveró que en la Ley de Responsabilidades Administrativas se endurecieron los plazos para la prescripción de las faltas graves, que ahora es de siete años; y la prescripción para las faltas no graves es de tres años.

Reconoció que en el pasado había entidades federativas con prescripción de un año, y en otros era de seis meses, sin embargo, ahora los plazos son para todos los estados del país.

De acuerdo a la Ley General de Responsabilidades Administrativas, un servidor público comete una falta grave cuando incurre en cohecho, peculado, desvío de recursos públicos, utilización indebida de información privilegiada, abuso de funciones, actuación bajo conflicto de interés, contratación indebida, enriquecimiento oculto u ocultamiento de conflicto de interés, tráfico de influencias, encubrimiento y desacato.

Mientras que las faltas administrativas no graves son el incumplimiento de las funciones, atribuciones y comisiones encomendadas; actos u omisiones; desacato de instrucciones de sus superiores (siempre que éstas sean acordes con las disposiciones relacionadas con el servicio público); incumplimiento de la presentación en tiempo y forma las declaraciones de situación patrimonial y de intereses; no registrar, integrar, custodiar y cuidar la documentación e información que por razón de su empleo, cargo o comisión, tenga bajo su responsabilidad, y no impedir o evitar su uso, divulgación, sustracción, destrucción, ocultamiento o inutilización indebidos.

Expuso que la contabilización de la prescripción inicia desde el momento en que se percibe una falta administrativa, o desde que se detecta de manera flagrante.

“El hecho de que alguien renuncie hoy no quiere decir que no será sancionado, se podrá llamar (al servidor públicos) por una falta que hayan cometido en el ejercicio de sus funciones. El tiempo finalmente alcanza a las personas”, concluyó.