El prototipo de cohete, Space X, explotó después de que realizara una prueba de altitud en Boca Chica, Texas, Estados Unidos, y aterrizara sin problema; el SN10 de Starship pretende llegar a la Luna y Marte.

Las pruebas se transmitieron a través de un video, por lo cual se vio como el cohete se elevaba y mantenía estático, sin embargo, minutos después una llamarada acaparó las imágenes, pues el SN10 había estallado; las llamas de la nave fueron extinguidas por los equipos de seguridad.

El objeto aéreo pertenece a la compañía del millonario Elon Musk, quien tuiteó después de la explosión que “la nave espacial SN10 aterrizó en una sola pieza… El equipo de Space X está haciendo un gran trabajo! Un día, la verdadera medida del éxito será que los vuelos de Starship sean algo común”.

Hasta el momento, la empresa no ha dado a conocer el motivo por el que explotó minutos después de haber regresado a la superficie. Lo mismo ocurrió en diciembre del año pasado cuando el prototipo SN8 explotó en cuanto tocó el suelo, mientras que a principios de febrero, el SN9 tuvo el mismo destino y estalló justo en el aterrizaje.

Debido a lo anterior, esta es la tercera vez que el Starship -cuya versión es más compleja pues cumple con tres motores de sus cohetes comerciales- intenta completar un aterrizaje en pruebas, no obstante, es la primera vez que el proceso se completa hasta el punto de descansar en vertical.

SpaceX espera realizar un vuelo con tripulación alrededor de la Luna en 2023 y progresivamente avanzar hasta poder llevar humanos al satélite natural. Las fases que se están probando son una parte crucial para poder aterrizar en órbita terrestre en la Luna o en Marte, así como en su regreso a la Tierra.

Para lograr lo mencionado, Musk estima que el desarrollo de este proyecto será de unos 5 mil millones de dólares, mientras que algunos expertos dudan de que colonizar Marte sea una empresa viable.