El alza desmesurada en los precios de la canasta básica y en los combustibles ha provocado una mayor crisis durante la denominada “cuesta de enero”, que aunado a la falta de empleos en la zona, sigue generando una grave crisis económica entre las familias.
Desde los primeros días del 2018 el gas doméstico alcanzó tarifas muy altas a razón de 364 pesos por 20 kilos, 546 por 30 kilos y 819 pesos por 45 kilogramos, lo que representó otro duro golpe a la economía familiar.
El cilindro de 30 kilos que es el más común en los hogares, no tarda en ocasiones ni siquiera un mes, debido a que con las bajas temperaturas las familias de clase media utilizan sus calentadores que tienen un alto consumo del combustible.
En las zonas más alejadas del municipio, las familias están volviendo a los tiempos de antes, donde el agua para bañarse se calienta con leña, pero aseguran que ahora es más escasa.
Los parámetros que muestran los precios en los productos de la canasta básica repercuten de tal manera que las amas de casa afirman que a diferencia de otros años, el inicio del 2018 está siendo uno de los más difíciles y críticos en la última década.
Dieron a conocer que los salarios mínimos han quedado pulverizados ante la escalada de precios generada por incremento en los costos de los combustibles que al menos en gasolineras de la zona norte el costo del litro de gasolina está a 16 pesos con 50 centavos.