Tras la liberación de los dos presuntos asesinos de Karina Reyes Luna -sobrina del Arzobispo de Xalapa Hipólito Reyes Larios-, el caso mantiene dudas sobre el proceso que se siguió, señaló el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez.

El también rector del templo de Nuestro Señor del Calvario, se dijo respetuoso de las instituciones y procesos, pero “sabemos que no siempre se transparentan esos procesos y muchos de estos no son reales”.

Es más, el sacerdote criticó que la justicia no es aplicable como debería ser, pues muchas veces se castiga a personas inocentes y se absuelve a delincuentes.

Dijo que por un lado, la familia de Karina tiene derecho a pedir justicia aunque ellos ya hayan dado el perdón ante Dios, “pero dice el Papa que la misericordia es antecedida por la justicia”.

Y es que un Juez de Distrito de Boca del Río concedió la libertad a los dos sentenciados por el secuestro de Karina Reyes Luna, que permanecían en el penal de mediana seguridad de La Toma desde 2008.

La joven de 23 años, -hija de Luis Reyes Larios, hermano del arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Hipólito Reyes Larios y del alcalde de Ciudad Mendoza Melitón reyes Larios-, fue plagiada el 12 de junio de 2008 y tres días después apareció ejecutada en la carretera a Tehuacán.

Autoridades judiciales, precisaron que los acusados Jorge Rojas Martínez, vecino y originario de Río Blanco, permaneció 10 años en prisión; y Julio César Sánchez, 9 años, ambos por el delito de homicidio y secuestro cometido en agravio de la joven Karina Reyes.

Jorge Rojas, fue liberado bajo el número de amparo 290/2017 y Julio César, bajo el juicio de amparo 279/2017, promovido ante el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito de Boca del Río.

Cabe recordar que los acusados por secuestro fueron detenidos en compañía de Miguel Ángel Mateo Escamilla, exempleado del Ayuntamiento de Nogales y vecino de esa localidad, quien obtuvo su libertad el 8 de julio de 2016, al no haber pruebas fidedignas de su culpabilidad. Los tres detenidos habían sido sentenciados a 65 años de prisión.

La joven hija de Luis Reyes Larios, dueño de una de las rectorías de la UGM, estudiaba en Puebla la carrera de Diseño y Producción Publicitaria, fue secuestrada el jueves 12 de junio de 2008 y tres días después, el domingo 15 de junio, unos campesinos encontraron su cuerpo envuelto en bolsas negras de plástico, maniatada y en posición fetal.

El hallazgo fue en la localidad de Azumbilla, Puebla sobre la carretera Tehuacán-Ciudad Mendoza.