Ferrocarriles Mexicanos (Ferromex) tiene identificados dos tramos peligrosos para trasladar mercancías; se trata de Chapulco en Puebla y del lado de Veracruz en Acultzingo, en todas las comunidades como El Mezquite y Vaquería.

De hecho, el accidente del sábado es el séptimo registrado y considerado como el más grave, dado a que los demás han sido descarrilamientos en la zona de la montaña y en todos ha habido pérdidas materiales.

De acuerdo con el reporte de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), en el primer trimestre de 2017 se registraron 125 robos al transporte ferroviario en todo el país, mientras que en igual periodo de 2018, se elevaron a 720, lo que significó un crecimiento de 476 por ciento.

“Hoy se ha registrado el séptimo acto de sabotaje ferroviario en perjuicio de una sola empresa, sólo en las últimas tres semanas y en un sólo estado, que es Veracruz y su corredor hacia Puebla-CDMX. El riesgo de seguridad es mayúsculo, pues con frecuencia, lo que se transporta son productos químicos de alta peligrosidad, pero también se está afectando gravemente a las empresas que prestan y usan este tipo de transporte”, afirmó el presidente de la Concamin, Francisco Cervantes Díaz.

En un comunicado, la Concamin indicó que “es preciso que las autoridades pongan un hasta aquí a esta situación, que como ha sido informado oficialmente, muestra niveles alarmantes de crecimiento en los últimos meses, pues la situación parece estar descontrolada”.

“Seguiremos trabajando con las actuales autoridades federales para que se frenen estos actos criminales, protegiendo así a poblaciones enteras, empresas y la economía nacional”, dijo.

Añadió que señalarán a los candidatos presidenciales, a senadores, diputados y a gobernadores, el riesgo creciente que este flagelo significa para todos.

“Nadie debe ser indiferente a un riesgo de este alcance”, aseveró.

Este domingo, Grupo México Transportes informó que el descarrilamiento de un tren que se dirigía de Veracruz a Puebla se debió a un sabotaje, ya que el sistema de frenos fue manipulado por personas ajenas a la empresa Ferrosur.

Refirió que estas personas también dividieron el tren, lo que provocó el deslizamiento sin control de 39 carros y cuatro locomotoras por una pendiente descendente de 10 kilómetros, hasta impactarse con otro tren en el patio ferroviario de Orizaba.