Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho.
Isaac Asimov. 

Una nación con más de 17 mil muertos por Covid y con un número de contagios a la alza. El dictado de un discurso inquietante donde casi el único responsable de lo que venga es el ciudadano mismo. Pero, eso sí, por decisión gubernamental la mitad del país ya está en semáforo naranja.

En medio de todo esto, Andrés Manuel invita a realizar acciones dignas de una condición de bipolaridad. Por un lado escuchamos que es indispensable usar cubrebocas en lugares públicos, pero él y la mayor parte de su gabinete no lo utilizan.

La campaña de la Secretaría de Salud indica: “quédate en casa”, pero el primer mandatario realiza su segunda gira en pleno pico (o meseta, para el caso da igual) de esta pandemia, arrinconando la sana distancia en su gira por Veracruz.

En justicia, dada la situación económica y su costo para toda la población, es necesario que muchos ciudadanos salgan y pongan a México en modo “nueva normalidad”. También, en razón del alza de la violencia intrafamiliar, y viendo los nulos resultados de contar hasta diez para que se calmen los golpeadores, es urgente tratar de salir del encierro.

Pero lo anterior no es pretexto para que López Obrador se vaya de gira a recorrer medio país. Él, a diferencia de casi cualquier otro individuo, sí tiene que asumir que existe una nueva normalidad que lo ata y restringe, y a la que se debe plegar.

Salir en estos momentos es un error porque la gente se amontona para acercarse a verlo y hablarle. Ya sea que buscan decirle cosas bastante ásperas que a nadie benefician (pero bien que inundan los medios de comunicación) o tan agradables como la lona que mostró Jesús Ramírez, vocero de la Presidencia, en sus redes sociales.

Quien debe acatar y acostumbrarse a la nueva normalidad es Andrés Manuel; no tiene nada que hacer al arriesgarse ni arriesgar a otros.

¿Para qué se va de gira y máxime con el tipo de logística exhibido ayer si no necesita incrementar su popularidad? Ya vimos que la tiene de sobra (el AMLOVEmetrics publicado ayer en SDP Noticias da a conocer que si hoy hubiese elecciones para ratificación o revocación de mandato, AMLO sería ratificado por más del 60% de la población.

Andrés Manuel no ha entendido su nueva normalidad, la cual inicio formalmente el 1° de diciembre de 2018. No ha comprendido —con más de año y medio en la presidencia— que gobernar no es hacer una campaña continua y menos aún en tiempos del COVID. Tal vez enfrentar esa contradicción (el eterno candidato contra quien debería gobernar) sea la razón por su cansancio y su irascible percepción de la realidad.

Mientras el pico de la epidemia, que aparentemente llegaría hace un mes, ahora lo tendremos en julio o agosto, López Obrador adelanta las campañas de 2021 y se va de gira.