Una mujer tenía programada una cesárea en la Clínica Higinio G. Pérez de la “Escuela Libre de Homeopatía de México”, llegó en perfectas condiciones. Sin embargo, debido a una mala práctica falleció después de haber dado a luz a una niña.

Además, la mujer fue trasladada sin vida de dicha clínica, ubicada en la colonia Morelos, al Hospital General, por lo que un enfermero manipuló los niveles del aparato que registra los niveles de respiración con una bomba de aire.

Ciro Gómez Leyva dio a conocer dicho suceso en su noticiero de Radio Fórmula, en donde el esposo de la joven mujer Jonathan Peñaflor Guevara denunció la negligencia que vivió su esposa Diana Ramírez Polanco.

“Ya había fallecido desde el momento en que la trasladaron de aquel hospital… mi esposa fue falsamente asistida por una bomba que era manipulada por un enfermero para que subieran los niveles de un aparato que registra respiración”, detalló el viudo.

Además, afirmó que Diana Ramírez traía vendoletes en los ojos, “estaban pegados”.

La pareja fue citada a las 10 de la mañana, para que le practicarán los exámenes preoperatorios a Diana, y si todo salía bien, la cesárea se realizaría a las 4 de la tarde.

“Una enfermera me dijo que me iba a dar la ropa adecuada para entrar al quirófano y grabar el nacimiento de mi bebé, pero nunca me dieron indicaciones. Una hora después me llevan a mi hija. Me dijeron que todo estaba perfecto y que en unos momentos me llevarían a mi esposa a la habitación”, narró Jonathan.

A las 7:30, llevan a la mujer a la habitación, pero “ya se veía mal”. El esposo salió unos momentos a comer y cuando regresó vio los pasillos llenos de sangre, quiso entrar a la habitación, no obstante, el acceso le fue negado.

“La llevan nuevamente al quirófano, me comentaron que tenía una hemorragia pero que ya estaba controlado. Se veía pálida, con mucha sangre”, mencionó el esposo de Diana Ramírez.

Además, afirmó que “a las 10:30 de la noche me mandaron a conseguir bolsas de sangre y donadores, pero nunca les hicieron ninguna prueba. Me mandaron por un medicamento que jamás encontré”.

Pero fue a las 12 de la noche, cuando el practicante de la cesárea, el doctor Samuel Infante, le informó a Peñaflor Guevara que iban a trasladar a su esposa al Hospital General, sin embargo, todavía “tardaron de 40 a 45 minutos en preparar ambulancias”.

Cuando llegaron al hospital, les mencionaron que no había lugar asegurado “como lo había confirmado el doctor”, por lo que personal de ginecología tuvo “una pequeña discusión con dicho doctor y lo cuestionaron porque llevaban a mi esposa en esas condiciones y negó que él haya realizado la cesárea”.

Ahí fue, donde, “le informaron a un familiar de mi esposa que ella había fallecido desde el momento en que la trasladaron de aquel hospital…”