Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, advirtió que luego del acuerdo migratorio con México aumentarán las devoluciones de indocumentados a nuestro país “a todo gas”. Sin embargo, el alcalde de Mexicali, Baja California, dijo que esta ciudad no tiene capacidad para recibirlos; mientras que el de Tijuana planteó que el protocolo de atención carece de “reglas claras”.

“Antes ya fuimos capaces de hacer esto al ritmo de algunos cientos por día. Ahora ya tenemos la capacidad de hacerlo a todo gas”, detalló en una conferencia de prensa en el Departamento de Estado. Para ello, dijo, se implementará el programa “Protocolos de Protección de Migrantes”.

Ante el retorno masivo de migrantes, Gustavo Sánchez, alcalde de Mexicali, Baja California, aseveró que la capital de ese estado no cuenta con los recursos necesarios para atenderlos, y los ocho albergues existentes, dijo, están saturados.

En entrevista con La Razón, aseguró: “Los albergues son mantenidos por organizaciones de la sociedad civil y apenas si pueden con la carga que tienen, ya que calculamos que en el municipio hay más de dos mil migrantes y todos ya están saturados; no sabemos qué se hará al respecto”.

De acuerdo con el panista, las autoridades locales no tienen la capacidad para dar trabajo o alimento a todos los ciudadanos extranjeros que se quedan en el municipio por un período de entre ocho y 12 meses, plazo que tardan en recibir respuesta sobre la solicitud de asilo presentada ante Estados Unidos.

“(A) todos los están echando al Norte, pero por qué no los reparten a otros estados, como Sonora o Durango; todo se va a concentrar aquí”.

En opinión de Sánchez, lo que México enfrenta “ya no es una migración; es un éxodo que se salió de control y debe de haber una política de contención, porque no pueden pasar tantas personas”.

Por separado y en declaraciones públicas, Juan Manuel Gastélum, alcalde de Tijuana, Baja California, expuso que el protocolo para atender a los migrantes que lleguen a la frontera o sean deportados por la administración de Donald Trump no cuenta con “reglas claras” de operación.

“Estoy esperanzado que volteen a ver a Tijuana y que no sea como Australia, que todo mundo sabe que existe, pero nadie va. Será así que salgamos adelante, con un protocolo para que no haya dudas. Porque no hay reglas claras, ¿qué está pasando?, ¿por qué no hablar con la verdad?”, manifestó.

Por separado, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, admitió que habrá un incremento de migrantes devueltos a México, aunque no precisó una cifra; sólo se dijo sorprendida de la cantidad récord de 144 mil detenciones de indocumentados en Estados Unidos durante mayo.

“Van a ver un aumento, recordemos que todos ellos pasaban por nuestro país, pasaban en forma irregular y también pasaban de esa forma a Estados Unidos. Hay que recordar que muchos de ellos traen visa humanitaria”, precisó en entrevista con medios.

Ante dicho panorama, adelantó que la Guardia Nacional se desplegará en todo el país, no sólo en Chiapas, y se fortalecerá el sistema de albergues en la zona fronteriza con el fin de proveer apoyo a los menores.

“Van a estar con alimentación, salud y seguridad; nos vamos a encargar de todos ellos”, aseguró.

El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que del 29 de enero, fecha en que se dio la primera devolución de migrantes por parte de Estados Unidos, hasta el ocho de junio se internaron a territorio mexicano un total de 11 mil 37 personas originarias de Centroamérica, quienes esperan respuesta de asilo del gobierno estadunidense.

Para el secretario Pompeo, el acuerdo entre México y Estados Unidos, con el cual nuestro país consiguió frenar la imposición de aranceles a las mercancías mexicanas importadas a EU y a cambio el país se comprometió a frenar el flujo migratorio al país vecino.

Del mismo modo, aseguró que México garantizó albergar a quienes solicitan asilo a ese país en lo que reciben respuesta, refleja la diplomacia en su máxima expresión y “es una gran victoria para el pueblo estadounidense”.