Productores de calzado de Naolinco buscan rescatar su actividad artesanal, que en los últimos años se ha visto afectada por la competencia del calzado industrial proveniente de Guadalajara y Guanajuato.

En su visita a Xalapa, Javier Ismael Hernández Rivera, uno de los zapateros con mayor trayectoria en la región, señaló que la competencia ha disminuido considerablemente las ventas de los talleres locales.

Explicó que la mayoría de las familias naolinqueñas depende desde hace generaciones de la producción artesanal de calzado, reconocida a nivel nacional por su calidad y diseño.

Actualmente dijo, en Naolinco operan alrededor de 30 talleres donde se elaboran botas, botines, huaraches y cinturones de manera completamente artesanal.

“Cada zapato que sale de nuestros talleres lleva varios días de trabajo, desde el corte de la piel hasta el último punto de hilo. Queremos que la gente conozca ese proceso y valore el esfuerzo detrás de cada par”, expresó.

Dijo que a diferencia del calzado industrial, el producto local se elabora con pieles genuinas y materiales naturales, lo que garantiza su durabilidad.

“Aquí no usamos sintéticos, todo es piel completa y de buena calidad”, enfatizó.

Los precios van de 900 a 5 mil pesos, dependiendo del tipo de piel utilizada. Algunos modelos se fabrican con materiales exóticos como lagarto, avestruz o pitón, provenientes de criaderos certificados.

Finalmente, Hernández Rivera hizo un llamado a la ciudadanía y a las autoridades municipales para impulsar el rescate de esta actividad artesanal, que en su momento contribuyó a que Naolinco obtuviera el reconocimiento de Pueblo Mágico.