Daños severos en materia ambiental y destrucción de la fauna, es lo que significa el gasoducto Tuxpan-Sur de Texas para las aguas del Golfo de México, dejó claro la ambientalista e ingeniera, Mayra Bautista Soto.

Dijo que son impactos ambientales, económicos y de salud lo que va a dejar la tubería que se viene construyendo desde Texas y que llegará a Tuxpana para conectar instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

“Al momento de una vibración daña la médula ósea y al bombeo de ese gas natural por la tubería se le pone unas particular y esas salen a la atmósfera, lo que provoca que la población respire esos químicos y se conviertan en enfermedades cancerígenas”, explicó la integrante de un grupo de ambientalistas, ciudadanos y pescadores que en Tamaulipas se han opuesto a la construcción del gasoducto Tuxpan-Sur de Texas iniciando juicios para la suspensión de la obra.

Enfatizó que el daño a la salud será muy grande en la zona de Barra de Corazones en Tamiahua, donde pasará la tubería de lo que será ese gasoducto que va a transportar gas natural para el centro y occidente del país al conectarse con otras infraestructuras de ese tipo.

“El cáncer es uno de los males que dejará ese gasoducto, por lo que nosotros nos estamos oponiendo a esa obra, los daños tremendos los llamamos ecocidio y en Tamaulipas estamos protegiendo un santuario natural donde baja la tortuga Marina y anidan otras especies marinas que se reproducen y están ahora en peligro”, comentó Bautista Soto.

Al reunirse con pescadores de Tuxpan y Tamiahua, la ingeniero fue clara en señalar que es necesario que la población tenga conciencia en torno al daño que viene con el gasoducto Tuxpan-Sur de Texas y que se puede parar si todos se unen en contra de ese proyecto.