Por medio de un comunicado, la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas, Kalli Luz Marina, el Centro de Estudios Municipalistas “Heriberto Jara”, rechazaron que sea la Fiscalía General de Veracruz (FGE), quien reabra la investigación en el caso de Ernestina Ascencio Rosaria.
Expusieron que la intervención de la FGE en los hechos denunciados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la descalifica para ello.
“Sostenemos que sólo mediante una investigación independiente será posible conocer la verdad de lo ocurrido, identificar a los responsables no sólo de la violencia y discriminación que ocasionó la muerte de doña Ernestina, sino que orquesta la impunidad de los perpetradores y la opacidad de los hechos”.
Expusieron las activistas que ante la incompetencia mostrada para dar a conocer la verdad y dar justicia en el caso de la muerte de Ernestina Ascencio, mujer indígena de Soledad Atzompa qué fue violentada presuntamente por elementos del Ejército Nexicano, solicitaron que sea una entidad diferente a la FGE la que realice una investigación más apegada a la verdad.
Por medio de un comunicado, los activistas aseguran que lo único conocido ha sido a través de los medios de comunicación y que fue a dado a conocer en 2021, de ahí que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CNDH) emitiera una nueva recomendación y un nuevo informe especial debido a que reconoció las irregularidades cometidas en el caso tanto por el personal que llevó a cabo la investigación ministerial, como por parte de la CNDH, los cuales concluyeron que doña Ernestina sí fue víctima de violencia sexual y recomendaron a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Veracruz, reabrir la investigación.
Mencionaron que ante lo anterior permitirá conocer la verdadera dimensión de las consecuencias ocasionadas a la familia y comunidad de la anciana Ernestina Ascencio Rosaria, así como las mujeres indígenas y a toda la sociedad.
En el documento se precisa que muy pronto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, determinará la responsabilidad en que ha incurrido el Estado Mexicano, por faltar a su obligación internacional de honrar y respetar los derechos humanos de la anciana Ernestina Ascencio y de todas las mujeres indígenas de México quienes hasta el día de hoy son gravemente violentadas.