El haber activado un Código Rojo en la región centro, atestiguar ataques armados y narcobloqueos, sólo son una muestra de la crisis de inseguridad que hay en la región, manifestó el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez.

Ante estos hechos de violencia, el sacerdote pidió a las instancias correspondientes se dé respuesta al reclamo de la población, pues hay mucho miedo entre ella.

“Nos hacemos portavoces de lo que se expresa en las comunidades en este caso la demanda de la seguridad, por las expresiones de violencia que manifiestan una crisis de seguridad en nuestra región de las Altas Montañas y eso siempre preocupa a los ciudadanos que ven violentada su paz, tranquilidad y armonía en sus comunidades, que ven siempre con miedo el que sus jóvenes y niños puedan andar libremente”.

Dijo que se requiere que los adultos puedan realizar sus actividades laborales, “ante esto, esperaríamos una sensibilidad y respuesta de las instituciones de gobierno para que los ciudadanos puedan ver que se trabaja con un poco más de esfuerzo en la solución de estos problemas”.

Por otra parte, sobre lo expuesto por los integrantes del Colectivo de Familias de Desaparecidas de la zona Orizaba-Córdoba sobre la intensión de la Fiscalía de clausurar la búsqueda en el “campo de exterminio” de Campo Grande en Ixtaczoquitlán, mencionó que la iglesia católica espera que se dé continuidad para encontrar a sus familiares y dar respuesta a esta demanda y poder ayudar en la solución.

“Esto ya es un problema social que ha afectado a muchas familias, lo que esperamos es que también se ayude a estas familias, que se les atienda y en la medida de lo posible puedan ellos experimentar una sensibilidad humana de parte de las instancias pertinentes”.