En la Diócesis de Orizaba ha muerto un sacerdote, al que se le complicó su estado de salud al padecer la sintomatología de COVID-19, dio a conocer el vocero diocesano, Helkyn Enríquez Báez.

Dijo que no se puede asegurar que haya sido coronavirus, porque no se realizó la prueba del SARS-CoV-2 pero se sospecha que pudo haber sido eso, porque el presbítero tuvo los síntomas.

Mientras tanto, existen otros cinco sacerdotes sospechosos con el patógeno, donde uno de ellos ha salido ya de este padecimiento y el resto, sigue aislado.

“En estas condiciones de pandemia también es prácticamente normal que los sacerdotes contraigan esta enfermedad por la atención Pastoral, en el caso de nosotros en la Diócesis de Orizaba por el momento ha fallecido un sacerdote con síntomas, aunque nunca se realizó la prueba y por eso no se puede afirmar categóricamente pero pues todo el cuadro que vivió parece ser que fue de esta enfermedad”.

Aseguró que los sacerdotes sospechosos siguen los protocolos que los médicos han indicado, “estas son las estadísticas hasta el momento, por obvias razones, en esta ocasión se reservan los nombres y también por el derecho a la intimidad del paciente”.