Bordando los nombres de sus hijos y familiares desaparecidos sobre trozos de tela, tratan de hacer conciencia sobre el dolor y martirio de no saber algo de un ser querido y a la vez plasman la esperanza de que alguien dé alguna noticia que lleve con su paradero.

Los bordados por la paz han estado en diferentes ciudades con el fin de plantear de una forma visible el dolor y la esperanza de quienes buscan a las víctimas de desaparición forzada.

"Para que tome conciencia toda la humana de lo que estamos viviendo y que se cuiden y cuiden a su familia. Luchamos solas porque las autoridades no nos apoyan. Vamos a la Fiscalía y nunca tienen un dato. Están igual o peor que nosotros", contó Rufina Abaroa Rodríguez mientras bordaba el nombre de su hijo Alfredo Hernández Abaroa, desaparecido desde el 26 de agosto de 2016, en el puerto de Veracruz

"Mi hijo desapareció con otras tres personas más. Es una esperanza, tal vez alguien ve el nombre y lo reconoce", comentó mientras inserta la aguja con hilo formando las primeras letras.

En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, mareas que integran algunos colectivos participaron por primera vez de esta iniciativa que se lleva a cabo en todo el país.

"Es la primera vez que lo hago", comentó Blanca Rosa Hernández Ruiz, quien sigue buscando a su hijo Charly López Hernández, cumplirá tres años de desparecido en noviembre.

"La lucha se hace, lo que nos queda es la esperanza, no la podemos perder. Es muy dura esta lucha, de buscar, de que no se duerme bien...todo el día ando pensando en ellos, si algo les pasó, si algo les hicieron", coincide con la otra madre.

Los bordados fueron colgados en una estructura frente al Palacio de Gobierno para pedir como cada año, que haya avances en la investigación por desaparición.