Los periodistas extranjeros que acompañaban la caravana de la aspirante presidencial María de Jesús Patricio Martínez, fueron despojados de sus pertenencias, por fotografiar a un grupo armado en la zona de Tierra Caliente, informó el secretario de Seguridad Pública de Michoacán, Juan Bernardo Corona Martínez.

El funcionario estatal indicó que de acuerdo a los reportes de la dependencia a su cargo, el hecho ocurrió durante el traslado de la caravana de Marichuy de Santa María Ostula, municipio de Aquila, hacia Paracho, en la Meseta Purépecha.

Corona Martínez dijo que tuvieron conocimiento que cuando la caravana pasaba en el tramo Tepalcatepec-Apatzingán, dos camionetas con gente armada les cerraron el paso y los reporteros empezaron a tomar imágenes.

“Esto molestó a las personas (armadas) y de manera directa les retiraron micrófonos, grabadoras, así como equipos que ellos (reporteros) traían”, describió el titular de la SSP en la entidad.

Juan Bernardo Corona, indicó que más tarde, la también vocera del Congreso Nacional Indígena, ya había llegado al municipio de Apatzingán y posteriormente al municipio de Paracho.

“En este momento no tenemos registrados lesionados, heridos, así como tampoco ninguna denuncia ante la autoridad competente”, mencionó Corona Martínez.

Consultada al respecto, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), confirmó que hasta este momento no han presentado denuncia los cinco periodistas extranjeros despojados de sus pertenencias.

Para las autoridades estatales, les ha sido difícil tener la cuantificación de lo robado a los comunicadores debido a la falta de denuncia, ya que no se han presentado ante el ministerio público a rendir su comparecencia.

Los reporteros extranjeros acompañaban la caravana de Marichuy en su primero de tres días de gira que la aspirante presidencial realiza en el estado de Michoacán y que inició en la comunidad indígena de Santa María Ostula, municipio de Aquila.

Previo a lo ocurrido en Tierra caliente, Agustín Vera Ramírez, uno de los comuneros, de Ostula, señaló había advertido ante María de Jesús Patricio que el narco sigue más vivo que nunca.

Enfatizó que la guerra contra el narcotráfico en Michoacán, y a nivel nacional, no es más que una mascarada para que ese jugoso negocio siga vivo mientras la violencia se riega más y más por todos los pueblos de este país que es México.

“Gracias a los hombres de lucha que han tenido el valor civil de enfrentar al crimen organizado y al narco gobierno, las autoridades nos han premiado con encarcelamientos, órdenes de aprensión y fabricación de delitos a nuestros comandantes comunales”, dijo.

Agregó, que esta lucha por la justicia, el cuidado de las familias, la paz y, lo más importante por la vida, les ha dejado este hostigamiento “de los gobiernos corruptos que siguen coludidos con el crimen organizado del que aún sus células siguen intactas”.

“Lo decimos con claridad: la solución es la autodefensa y el ejercicio de la autonomía. En la Comunidad Indígena de Santa María Ostula, no hay violencia, ni asesinatos, ni extorsión alguna, como está sucediendo en otras partes de nuestro estado y el país, bajo vigilancia del propio sistema de gobierno”, destacó.