Entre 14 a 15 casos de violencia en agravio de mujeres ha atendido en estos días de enero, personal del Instituto Municipal de la Mujer en Orizaba (IMMO), estos casos van desde lo físico, económico, psicológico y legal, dio a conocer la titular de esta área, Elisa Robles Salazar.

Indicó que las afectadas se acercaron a solicitar ayuda psicológica y jurídica para solicitar la patria potestad de los hijos, el divorcio y pensión alimenticia, así como ocho casos que están pendientes del año anterior.

Explicó que sobre los casos que se atienden, dos son por violencia física y se están atendiendo a través de convenios y del área civil.

Mencionó que, aunque se ha orientado a las afectadas, aún es difícil que las víctimas lleguen a la denuncia.

Agregó que se platica con las mujeres para ver si denuncian y unas quieren hacerlo pero se les debe dar libertad, no se les puede presionar es difícil que se decidan a hacerlo.

Comentó que actualmente se encuentran colaborando en la capacitación de otras titulares de institutos de la zona, ya que en su mayoría no habían tenido un cargo similar.

En ese sentido, dio a conocer que en Orizaba se buscará crear un refugio temporal para dar protección a aquellas mujeres que estén en riesgo de que sufran algún tipo de violencia.

“Es parte de la necesidad de nosotros, a un mediano plazo y no tan largo porque no es posible porque si se requiere, tenemos un albergue en Córdoba a través de DIF pero por lo menos la protegemos esta noche, dos, tres días y se les puede dar acceso a un refugio”.

Robles Salazar, dijo que a pesar de que no se cuenta con un refugio municipal, si tienen espacios que pueden ser utilizados para proteger su estado físico, pues incluso muchas de ellas no quieren ir con familiares por el temor de que las busquen ahí y continúe la violencia en su contra, y en otras ocasiones no es porque la mujer no cumplan con los requisitos, sino por la urgencia sólo son de tránsito.

Destacó que en el periodo anterior fueron canalizadas unas 3 mujeres a un espacio que era manejado por un grupo religioso, “vinieron se presentaron con nosotros y cuando se presentó la ocasión pudimos acudir a ellos”.

Comentó que de los tres casos, una de ellas a los dos días ya no quiso permanecer, por lo que precisó que no se le puede obligar, se le hizo su documentación y salió, otra estuvo tres días y se le canalizó al albergue de Córdoba y la última permaneció dos o tres meses hasta que se pudo integrar.