El médico Hugo Marañón, trabajador de la Jurisdicción Sanitaria número 7 de Orizaba, se debate entre la vida y la muerte tras haber enfermado de COVID-19. Sus compañeros han responsabilizado al jefe de la dependencia pues a pesar de tener factores de riesgo lo hicieron regresar a laborar sin que en ese momento hubiera sido vacunado. “Apenas el viernes pasado le aplicaron a ese médico, Hugo Marañón, la primera dosis, pero al parecer ya estaba infectado y se agravó rápidamente, por lo que el martes fue hospitalizado y hoy se debate entre la vida y la muerte”, dijeron. Los inconformes denunciaron que a pesar de que cuando inició el tema de las vacunas se dijo que el personal de salud sería vacunado, primero el de primer contacto y después el resto, a más de un año de la pandemia, a muchos no se les ha aplicado. Aun con todo y eso, se obligó al personal que estaba en resguardo a regresar a laborar en marzo pasado y aun así no se les dio prioridad para vacunarlos, a pesar de las condiciones de riesgo de algunos. A la fecha sólo unos pocos han sido vacunados y otros han recibido la vacuna a cuentagotas o con la consigna de que deben apoyar en las jornadas de vacunación en los municipios y se les aplican las sobrantes, pero hay más que ni siquiera han sido tomados en cuenta. Culparon de manera directa del estado del doctor Hugo Marañón al jefe y directivos de la Jurisdicción Sanitaria número 7, pues este médico, por estar atendiendo a pacientes en su clínica, con los pocos insumos que les mandan, debería haber sido de los primeros en recibir la vacuna contra el COVID-19. “Ahora desafortunadamente nuestro amigo se debate entre la vida y la muerte, a pesar de que como médico estaba expuesto y también tenía factores de riesgo y estando de resguardo lo hicieron regresar a trabajar. No es posible que vayamos a perder a otro médico más por negligencia de los directivos de la Jurisdicción Sanitaria 7 encabezados por el doctor Adrián Baruch”. |