La pandemia de COVID-19 y su impacto en la economía dejó una pérdida de 646 mil 890 empleos formales en 2020, la mayor cifra de bajas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) desde la crisis de 1995 conocida como el “error de diciembre”. El presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que en diciembre de 2020 se perdieron 277 mil puestos de trabajo, cifra que resultó menor a la pérdida de empleos récord observada en 2019 y la más baja para el mes desde 2014. Con el dato de diciembre que compartió el presidente en un video a través de su cuenta de Twitter, se puede estimar de forma preliminar que en todo 2020 se perdieron un total de 646 mil 890 empleos, la mayor cifra en los registros del IMSS desde 1995, cuando se eliminaron 814 mil puestos. Asimismo, los empleos que se habrían perdido en todo el año pasado son casi cuatro veces más que los que se perdieron en la recesión de 2009, pues en ese año se dieron de baja 171 mil 713 plazas formales. Los empleos formales que se habrían perdido en todo el año anterior, se quedaron por debajo del rango estimado por el Banco de México, ya que el banco central previó una baja de trabajadores asegurados en el IMSS de entre 700 y 850 mil plazas. Los datos preliminares muestran que al cierre de año, el número de trabajadores registrados en el IMSS fue de 19 millones 775 mil, 3.2 por ciento menos que en 2019, y esta fue la primera cifra negativa desde la crisis de 2009. Bajas no son solo outsourcing El presidente López Obrador atribuyó la pérdida de empleos al outsourcing, al argumentar que es una forma de contratación de las empresas para evadir pagos de aguinaldos y prestaciones. “Íbamos muy bien, como se dice en mi pueblo, ‘tan bien que íbamos’. En la pandemia perdimos un millón de empleos y llevábamos 600 mil recuperados, pero en diciembre que es un mes atípico desde que está el famoso outsourcing, la subcontratación, se despide a muchos trabajadores inscritos en el Seguro Social para no pagarles prestaciones y aguinaldo. Perdimos por ese motivo 277 mil empleos en diciembre”, expuso. Sin embargo, expertos consultados por El Financiero señalaron que no todas las bajas de diciembre son atribuibles a la subcontratación, sino que se trata de la combinación de los impactos económicos de la pandemia y la ausencia de una política para estimular el empleo formal. José Luis de la Cruz, director general del IDIC, sostuvo que el dato de diciembre refleja el cierre de ciclos de producción y de ventas de fin de año, mientras que el dato global de 2020 es resultado de optar por la estrategia de no endeudamiento y no apoyos fiscales. “Se optó por entrega de apoyos asistenciales en lugar de buscar incentivos para que se conservaran empresas y empleos, y en ese aspecto creo que la pérdida de empleos refleja que si bien no hubo un costo para las finanzas públicas porque no hubo deuda ni programas de rescate, sí hay un costo laboral que se va a traducir en costo social”, afirmó. Jesuswaldo Martínez, investigador del Instituto Belisario Domínguez del Senado, aseguró que “la gestión de la política pública no logró revertir una tendencia de debilidad del empleo iniciada desde 2018 y lo peor de todo es que no se instrumentaron medidas fuertes, drásticas y decisivas para contrarrestar el impacto de la crisis iniciada en abril por la pandemia”. Jorge Sales Boyoli, coordinador del Comité de Derecho Laboral de la ANADE, señaló que no hay una correlación seria con los datos disponibles sobre la pérdida de empleos en diciembre a causa de la subcontratación, “se pasa por alto una variable que todos los años ocurre que es estacionalidad y trabajos temporales que ya venían de estar afectados”. Elías Micha, de TallentiaMX, apuntó que la caída de empleos en diciembre sucede desde hace más de 20 años, “es equivocado atribuir este fenómeno al outsourcing, está comprobado que este fenómeno obedece a una estacionalidad de larga duración vinculada con ciclos económicos, la asignación del presupuesto público y la creación de trabajos temporales en octubre y noviembre”. |