Este 10 de diciembre, se espera que la agencia sanitaria de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autorice a Pfizer la comercialización de su vacuna contra el COVID-19, con lo que se prevé que esta podría estar disponible en cerca de 10 días en México, cuando la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) haga lo propio. Sin embargo, expertos destacan que la ruta para lograr que los mexicanos sean vacunados en 2021 no será fácil, pues se enfrentarán desafíos financieros, logísticos, técnicos, de seguridad y humanos. “Nunca nos hemos enfrentado a una logística de esta clase, y cuanto más tardemos en tener claridad de las soluciones, más incierta será la recuperación", afirmó Gerardo Herrera Perdomo, director de consultoría de riesgos de Marsh Latinoamérica y el Caribe. La vacuna de Pfizer cuenta con una efectividad del 90 por ciento, pero sus costos y los requisitos de temperatura podrían ser prohibitivos. Para que sea efectiva, se requiere de al menos dos dosis aplicadas en un periodo de 21 días, además de un reforzamiento a los seis meses, la vida útil de la sustancia es inferior a los 10 días desde su producción hasta su aplicación y, por si fuera poco, para su traslado es necesario mantener la congelación entre -10 y -70 grados centígrados. Logística, del aire a la tierra La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) calculó que, por los siguientes dos años, se necesitarán 8 mil cargas en un Boeing 747 de 110 toneladas de capacidad para movilizar 14 mil millones de dosis. “Este será el ejercicio logístico más grande y complejo de la historia”, dijo Alexandre de Juniac, director ejecutivo de la IATA. Para la vacuna de Pfizer y BioNTech, se planea usar sensores térmicos con GPS para rastrear la ubicación y la temperatura de cada envío, ya que, saliendo de los contenedores térmicos, ésta solo puede estar durante cinco días a entre 2 y 8 grados centígrados, y ya descongeladas no pueden volverse a congelar. Nuevo León consiguió un acuerdo con la firma Danfoss para obtener dos congeladores que les ayudarán a la distribución, mientras que Baja California Sur acondicionó una red de frío en el almacén general de la dependencia de Salud. “De la distribución de vacunas el 60 por ciento es movida por Birmex, el laboratorio del Gobierno, el otro dominante era Fármacos Especializados con 30 por ciento, que ya desapareció. Pero no tenemos una infraestructura de congelamiento, se tendrá que construir, contratarla, y vale la pena porque el COVID-19 llegó para quedarse”, dijo Enrique Martínez, vicepresidente del Instituto Farmacéutico México (INEFAM). Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), dijo que el gobierno debería hacer más alianzas con empresas que ya cuentan con la infraestructura de cadena en frío. “Se tienen que aprovechar estas cadenas y no ponernos a inventar una nueva estructura, es por ello importante tener un diálogo entre IP y autoridades”, destacó. Refirió que los productores de camiones tienen alianza con los fabricantes de refrigeradores y cajas para carga en frío. Para la siguiente semana el gobierno federal y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) analizarán la posibilidad de que centros de trabajo sean sitios de vacunación. Seguridad, el mayor desafío Hace un par de meses, delincuentes se apoderaron de un camión en la Ciudad de México y sacaron su carga. No transportaba dinero, ni joyas, sino la vacuna contra la influenza, que este año es tan escasa que ya hay un mercado negro, lo que muchos temen sea un presagio para la vacuna contra el COVID-19. En lo que va de la pandemia Cofepris emitió cuatro alertas sanitarias por robo de medicamento y seis por falsificación, eventos que podrían agravarse con el arribo del producto de Pfizer, alertó Raúl Sapién, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP). “Estamos ante un problema sumamente serio, pues los delincuentes aparte de dedicarse al secuestro, la extorsión o el robo, ahora falsifican logotipos de instituciones de salud y laboratorios para practicar pruebas apócrifas y próximamente para aplicar vacunas hechizas”, dijo Sapién. Actualmente en redes sociales organizaciones comercializan ‘pruebas rápidas’ para la detección de coronavirus por las que cobran entre 22 y 24 mil pesos. “Por eso yo creo que están poniendo a las fuerzas armadas como parte de la distribución de la vacuna, deberán tener mucho cuidado, es un tema que nos preocupa”, expresó Rafael Gual, director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma). El dinero, en tiempos de austeridad Anualmente México invierte entre 7 y 8 mil millones de pesos para la compra de vacunas, ahora se anunció que se usarán más de 35 mil millones de pesos por la emergencia sanitaria para adquirir más de 100 millones de dosis, de los cuales ya se pagaron 6 mil millones de pesos. En este sentido, Marsh, firma líder global en riesgos y corretaje de seguros, explicó que será necesario encontrar lugares adecuados para administrar la vacuna a gran escala, como centros deportivos o comunitarios, junto con las instalaciones médicas tradicionales. Capacitación, el reto final En un reporte elaborado por la consultora de riesgos, Marsh, la firma anticipó que se será necesario capacitar a militares, trabajadores médicos retirados, estudiantes de medicina y voluntarios, para tratar de cubrir el mayor porcentaje de la población con la vacuna. “Hay que tener un mantenimiento de registros impecable, con seguimiento estricto de quién ha sido vacunado, e identificación clara por dosis. La segunda dosis en términos de gestión tiene mayores retos que la primera, ya que debe administrarse en un tiempo exacto y con plena identidad de la persona”, aseveró en su reporte la empresa de consultoría de riesgos. |