El Hospital Regional de Río Blanco se cae a pedazos, los techos y muros se han desvanecido debido a la falta de mantenimiento en algunas áreas como es la de oncología pediátrica, neonatología, cocina entre otras.

En entrevista el dirigente sindical de la subsección 2, Juan Martín Gómez Buenabad, indicó que en este nosocomio se maquillan las cosas por parte de las autoridades pues para lograr la acreditación y certificación se hacen arreglos ficticios para aprobar la evaluación y todo regresa como antes.

"Obviamente hay áreas del hospital que están parchadas, que están remendadas, específicamente el área de oncología que es donde reciben las atenciones los niños y es donde tenemos hasta goteras...es una situación deprimente para los niños y para los papás quienes independientemente están batallando con la falta de medicamentos de tipo oncológico".

Asimismo dijo que los pacientes sufren por las inclemencias y las áreas deterioradas pues hay fracturas que no se han podido resolver y "las autoridades no pueden resolver nada porque no tienen autorización y la burocracia atrasa todo eso", señaló.

Lo anterior se reveló durante la manifestación que por cuarta semana consecutiva realizaron los trabajadores de la Jurisdicción Sanitaria 7 de Orizaba.

Los inconformes se apostaron en la explanada del edificio jurisdiccional para exigir la salida del jefe, Adrián Baruch Alanís García, de la subjefa María del Carmen Romero y del Administrador.

“La base trabajadora somos institucionales pero reprobamos los atropellos a la base trabajadora y que los beneficios sean sólo para los familiares y amigos del Jefe de la Jurisdicción Baruch y Subjefa Carmen Romero quien tiene en nómina a su esposo en farmacia del Hospital de Tlaquilpa, a su hermano José Romero lo tiene trabajando en la Caravana de San Lorenzo y a su sobrina en el Departamento de Promoción y antes estaba en el Centro de Salud de Tolapa en Tequila”.

Por ello, los sindicalizados exigieron una auditoría interna al administrador Montero; además de señalar que los cambios de adscripción no son equitativos, pues sólo los allegados fueron beneficiados.