Durante abril los retiros parciales por desempleo que realizaron los trabajadores de sus cuentas individuales de ahorro sumaron mil 591 millones de pesos, lo que significó un aumento de 95.5 por ciento anual en términos reales comparado con los 813.9 millones del mismo mes pero de 2019. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), comparados con los retiros de marzo pasado, el incremento en la disposición representa 55.80 por ciento más; entonces el monto total fue de mil 21.4 millones de pesos. La Consar señaló que esto es resultado del aumento en los niveles de desempleo e importantes desajustes en el mercado financiero como consecuencia de la pandemia de covid-19. El martes pasado el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que, como efecto de la emergencia sanitaria, en abril pasado se registró una disminución mensual de 555 mil 247 puestos de trabajo. Ante estos números, la agencia calificadora Moody’s Investors Service alertó que la importante pérdida de empleo en el país es el gran desafío para el sistema de pensiones. Los retiros por desempleo son un derecho de los trabajadores en México y los pueden realizar una vez cada cinco años. Se trata de un trámite mediante el cual una persona puede disponer de recursos parciales de su cuenta individual por situación de desempleo menor a 46 días; según la modalidad que se aplique, puede ser equivalente a 30 días de su último salario base de cotización. En este sentido, la Consar informó que ante la emergencia sanitaria que vive el país por el coronavirus se facilitarán los trámites a los trabajadores para que puedan realizar sus retiros por desempleo en una sola exhibición y por medio de canales digitales, es decir, no tendrán que ir a la sucursal de su afore, a módulos especiales ni al Seguro Social para solicitar el documento de retiro parcial con el fin de evitar aglomeraciones en lugares pequeños. Para Moody’s Investors Service, la pérdida de fuentes de trabajo afiliados al IMSS —-que son los que contribuyen al sistema obligatorio de seguridad social de México— afectará las perspectivas de crecimiento de los fondos de pensiones. Indicó que abril marcó el segundo mes consecutivo de pérdida de empleos en el sector privado en México, después de los 131 mil en marzo; espera que haya más disminución de plazas en mayo. En este contexto, la agencia señaló que esta situación amenaza con dañar las entradas y la liquidez de los fondos de pensiones mexicanos porque los desempleados dejan de contribuir a sus pensiones y comienzan a acceder a sus ahorros para compensar la pérdida de ingresos. El escenario base es que el desempleo reducirá las entradas de fondos de pensiones debido a una disminución en las contribuciones, y el aumento en las personas sin trabajo aumentará los retiros de efectivo de estos fondos, afectando negativamente su liquidez. Moody’s destacó que la regulación del sistema de pensiones de México permite a los trabajadores que pierden su trabajo retirar recursos de sus cuentas de pensiones, y si bien los fondos de pensiones tienen reservas de liquidez en previsión de tales retiros, existe el riesgo de que el nivel actual de retiros exceda las estimaciones de los fondos. Dadas las necesidades potenciales de liquidez de estos instrumentos, en los escenarios más severos los fondos podrán verse obligados a vender valores en un mercado negativo para aumentar la liquidez. RECUPERACIÓN LEJANA En ausencia de una política fiscal expansiva, la economía tardará en recuperarse de la crisis por la pandemia al menos cuatro años y aún más en la medida en que más empleos se pierdan. La directora de Análisis Económico Financiero de Banco Base, Gabriela Siller, explicó que los cuatro años son un escenario optimista, pero puede ser que más, incluso puede ser una década perdida; para 2020 la expectativa apunta a una contracción económica de entre 8 y 10 por ciento. Explicó que el desempleo estimado asciende a un millón este año y para que se recuperen se necesita que los empresarios tengan confianza de que las cosas van bien y necesitan mayor plantilla laboral, además de que también mejore la confianza del consumidor y que fluya la inversión extranjera directa (IED), pero para esta última hace falta mayor confianza en el país. |