El gobierno federal tiene como meta construir y equipar los planteles de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García este año y tener inscritos a 39% de los jóvenes de entre 18 y 22 años, según los objetivos del presupuesto de Egresos de la Federación para 2020. El presupuesto para este año será de 987 millones de pesos, sólo 13 millones menos que en 2019 y será aplicado para la construcción, ampliación o rehabilitación de las sedes que, según la promesa original, serán 100 planteles en todo el país. El programa es uno de los prioritarios en la actual administración, toda vez que busca “promover la inclusión de quienes se les ha negado el acceso a la educación superior” y formar a “profesionistas con sentido público, comprometidos con las necesidades sociales de la población más desfavorecida del país”. Por ello se prevé alcanzar una tasa de absorción para estas licenciaturas de 39%, es decir, conseguir que 4 de cada 10 jóvenes en edad de estudiar el nivel superior lo haga en estos planteles. El 1 de septiembre pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró en su primer informe de gobierno que ya estaban funcionando las 100 sedes del Programa de Universidades para el Bienestar Benito Juárez con 39 mil 170 alumnos inscritos y 815 maestros laborando. Sin embargo, en el actual presupuesto aún se tiene contemplada la construcción de las sedes, ampliación o rehabilitación y equipamiento durante el transcurso del año. Incluso, uno de los indicadores es el “porcentaje de avance en la identificación y selección de predios para la instalación de nuevas sedes”. Mientras que en la estrategia programática del presupuesto se establece que “los planteles serán construidos por etapas en terrenos donados o entregados en comodato, utilizando la mano de obra local y los materiales de la región”. También se prevé destinar recursos para la elaboración y registro de nuevos programas de estudio. Pese a que el Presidente y la coordinadora del programa Raquel Sosa han insistido en que las universidades ya están funcionando, ni siquiera existe información pública sobre la dirección precisa de los planteles. En la página de internet sólo se informa sobre las carreras, las ciudades y los municipios donde supuestamente están los planteles, pero no hay ubicación exacta. Gracias a información de los municipios, Animal Político visitó Villa del Carbón, donde supuestamente habría un plantel, pero los 25 alumnos inscritos iniciaron clases en el auditorio de la casa de cultura “Dr. Jorge Jiménez Cantú”, porque aún no empieza la obra de la Universidad, según reconocieron empleados del municipio. Mientras que en Tlaltizapán de Zapata, Morelos, utilizan por la tarde los salones de una escuela primaria que está en la comunidad de Huatecalco; en Tepoztlán, también utilizan la Casa de Cultura Ixcatepec, donde estaban citados los 70 jóvenes que se inscribieron a Ingeniería en Procesos Agroalimentarios. En Chilcuautla, Hidalgo, ya va por su segundo semestre de clases de Procesos Agroalimentarios, pero como ni siquiera se ha empezado la construcción del edificio que ocupará, los dos grupos de alumnos ya están separados: los primeros toman clases en un espacio de la Unidad Deportiva del municipio, y los nuevos empezaron en espacios que les prestó el comisariado ejidal. Son 170 jóvenes en total. |