El mal crecimiento urbano de una ciudad detona problemas profundos de inseguridad, delincuencia y contaminación, afirmó el investigador y urbanista de la facultad de Arquitectura de la UNAM, Enrique Soto Alba. Asimismo, dijo que la edificación de nuevos conjuntos habitacionales alejados de los centros de población, generan un aumento en los gastos del erario público, toda vez que se les tiene que proporcionar servicios como el agua, la luz y transporte. “Una ciudad mal construida puede costar de dos a cuatro veces más en términos de servicios de infraestructura, los conjuntos de viviendas que están alejados de los centros de población, en la medida que se alejan de las ciudades, se les tiene que llevar servicios públicos, infraestructura, agua, servicios de transporte y todo eso van en contra del erario público”, explicó. Manifestó que la nueva agenda urbana de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y la General de Asentamientos Humanos, promueven la idea de crear ciudades más compactas. Se estima que cada año más de 90 mil nuevos hogares se suman al desarrollo urbano a nivel nacional. “La puesta en el futuro y así se promueven desde la nueva agenda urbana de la ONU y la general de asentamientos humanos, la idea de poder generar ciudades más compactas, en el año se incorporan al desarrollo urbano cerca de 90 mil hogares en todo el país”, comentó. Soto Alba indicó que el mal crecimiento de las ciudades en el país puede generar de 2.7 a 4 veces el gasto en el erario público. El entrevistado ejemplificó que este caso podría registrarse con la construcción del aeropuerto en Santa Lucía, puesto que se tiene que construir infraestructura de accesibilidad para conectarse con el resto de la ciudad. “La construcción de nueva infraestructura, de un aeropuerto o cualquier tipo de equipamiento, no sólo implica costos en su construcción, implica los costos asociados de toda la infraestructura alrededor de todo ese tipo de equipamientos para que pueda ser accesible”, dijo. |