Durante la violencia y el caos desatado el pasado jueves en Culiacán, Sinaloa, por la captura de Ovidio Guzmán López, al menos 55 reos se fugaron del Centro Penitenciario de Aguaruto. El momento de la fuga fue captado en video por algunos ciudadanos quienes lo subieron a las redes sociales. En las imágenes se observa a los convictos corriendo hacia distintas direcciones a las afueras de la cárcel para luego bajar de sus vehículos a ciudadanos que pasaban por ese sitio. Según las autoridades, durante las balaceras se inició un amotinamiento en el que supuestamente cinco elementos de seguridad fueron maniatados y despojados de sus armas. Los amotinados agredieron al personal de la cárcel y lograron escapar. De acuerdo con las fichas elaboradas por la Dirección de Prevención y Reinserción Social de Culiacán dadas a conocer por el periódico El Universal, entre los presos fugados se encuentran personas acusadas de homicidio, feminicidio, secuestro, portación de armas de uso exclusivo del Ejército y delitos contra la salud. Algunos de los criminales que se fugaron tenían más de 5 años presos y en algunos casos, las autoridades tardaron hasta un año en aprehenderlos.
El Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda, explicó que aunque se fugaron un total de 55 reos, cuatro de ellos se entregaron voluntariamente, al tiempo que otros dos fueron localizados horas después, por lo que, hasta la noche del sábado, aún había 49 reos prófugos. Aunque las autoridades no especificaron si los reos tienen alguna relación con el Cártel de Sinaloa, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo, dijo que se encuentran investigando si la fuga está vinculada con el enfrentamiento que se dio tras la ubicación de Ovidio Guzmán López. “En una primera etapa, no desvincularíamos el hecho, pero no podríamos confirmarlo en este momento”, apuntó el funcionario.
Los fugados De acuerdo con el diario El Universal, entre los presos fugado se encuentra Édgar Bladimir Armenta González, acusado del feminicidio de Diana Giselle, quien tenía cuatro meses de embarazo. De acuerdo con las indagatorias, la víctima ya había recibido amenazas y lesiones por parte de Armenta González, por lo que el sujeto tenía una orden de restricción. El caso de Diana Giselle es uno de los 27 feminicidios ocurridos este año en Culiacán. Otro de los reos que escaparon el pasado jueves es Ángel Iván Rivera Alvarado quien fue detenido por secuestro en el 2011, cuando tenía 21 años de edad. Se le acusó de participar en el plagio de un agricultor por quien pedían un rescate de 2 millones de pesos. Mientras que Jesús Abraham Gutiérrez y Gabriel David Pimentel, fueron detenidos en un mismos operativo en el 2017, en el cual se les incautaron armas, cartuchos y cargadores de uso exclusivo del Ejército. Otras fugas del penal de Aguaruto En octubre de 2018, las autoridades de Sinaloa informaron que el penal sería remodelado para reforzar la seguridad en las instalaciones debido a que ya se habían registrado siete fugas desde desde el 2016. En tan solo dos años escaparon de la cárcel al menos cinco narcotraficantes de alta peligrosidad, entre los que se encuentra Juan José Esparragoza Monzón, alias “El Azulito”, hijo de Juan José Esparragoza Moreno “El Azul”, uno de los líderes del cártel de Sinaloa. Se dijo que el capo falleció por un infarto en junio de 2014, pero nunca se confirmó de manera oficial. “El Azulito” solo estuvo preso tres meses en el penal de Aguaruto. De este penal también escaparon Alfonso Limón Sánchez, alias “Limón”, uno de los operadores del presunto líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada; Jesús Peña González, alias “El 20”, presunto jefe de seguridad de Zambada; Rafael Guadalupe Félix Núñez, alias “Changuito Ántrax”, jefe de sicarios del grupo criminal Los Ántrax y que se encontraba al servicio del Cártel de Sinaloa; así como Francisco Javier Zazueta Rosales, alias “Pancho Chimal”, quien fungía como operador de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, otro de los 10 hijos de “El Chapo”. Luego de la remodelación del penal se construyeron nuevas áreas de reclusión y se compró equipo de vigilancia. Las modificaciones contemplaron dos módulos especiales destinados a más de 500 internos de alta peligrosidad y dos edificios circulares con casetas de seguridad y monitoreo las 24 horas por la policía. |