Policías estatales estuvieron a punto de liarse a golpes con un grupo de migrantes cuando irrumpieron en un domicilio particular luego de que atendieran una llamada de emergencia por presunto secuestro. El grupo de policías realizaron un operativo en las avenidas Ferrocarril y Camerino Z. Mendoza en Río Blanco, porque en la llamada de auxilio dijeron que había personas secuestradas en la vivienda marcada con el número 58. Al llegar, los elementos de la SSP encontraron a un grupo de migrantes que estaban desayunando. Uno de los uniformados ingresó violentamente en la vivienda y estuvieron a punto de agarrarse a golpes. Tras calmarse los ánimos, los policías dialogaron con la encargada de la vivienda y les explicó que no se cometía delito alguno, sólo se daba alimentos a los migrantes hondureños. Tras varios minutos de diálogo, los uniformados se retiraron del sitio y dijeron que no podían hacer nada en contra de los migrantes porque tenían libre tránsito. Tampoco se presentó personal de migración ni de los derechos humanos. Los habitantes lamentaron que sean personas ajenas quienes mal informen sobre lo que se hace en apoyo a los centroamericanos, cuando nadie más les brinda la mano en momentos de necesidad y hambre. En este inmueble se les da comida, un momento para descansar y permitiendo que se aseen para continuar su viaje en busca del sueño americano.
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