Para el próximo año, el gobierno federal prevé menos recursos destinados a las administraciones estatales y municipales. De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2020, el gasto federalizado, que es la transferencia de recursos federales a los gobiernos locales, suma 1.97 billones de pesos, monto menor en 0.5% real con relación al presupuesto aprobado de este 2019. El gasto federalizado se integra por participaciones, aportaciones, convenios de coordinación en materia de descentralización y reasignación, y subsidios. Del total de recursos para los gobiernos locales, 47.9% corresponde al pago de participaciones; 41.4% a las aportaciones federales que se canalizan a destinos específicos como educación, salud, infraestructura social y seguridad pública, y el restante 10.7%, a otros conceptos en los que se encuentran las asignaciones para convenios de coordinación, subsidios y otros gastos. En este sentido, la caída real de 0.5% del gasto federalizado provino de las disminuciones de 0.9% en participaciones, 0.2% en aportaciones, 1.7% en protección social y 0.3% en convenios; el Ramo 23, que se refiere al dinero correspondiente al derecho extraordinario sobre exportación de petróleo crudo, así como al Fondo Metropolitano, Fondo Regional y otros subsidios que se entregan a las entidades para impulsar el desarrollo regional, registró un crecimiento de 8.1 por ciento. Como se mencionó anteriormente, las participaciones federales (Ramo 28) son el elemento más importante del gasto federalizado, que es un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiente de la Recaudación Federal Participable, y por ende, de la actividad económica. Es decir, la reducción de 0.9% en las participaciones, recursos que pueden ser ejercidos de manera libre por los estados y municipios al formar parte del gasto no programable, se manifiesta como una lectura de que el nivel de recaudación será débil en el 2020 por la continuación de la tendencia de desaceleración de la economía mexicana. Para el 2020 se vaticina que la Recaudación Federal Participable llegue a 3.4 billones de pesos, 0.5% menos, en términos reales, que el presupuesto aprobado del 2019. El fin del Ramo 28 es asignar los recursos de manera proporcional a la participación de las entidades en la actividad económica y la recaudación, por lo que pretende generar incentivos para incrementar el crecimiento económico y el esfuerzo recaudatorio. Las aportaciones federales (Ramo 33), el segundo rubro más relevante de las transferencias que realiza la Federación a estados y municipios, tienen como prioridad atender la educación básica y normal, salud, combate a la pobreza, asistencia social, infraestructura educativa, fortalecimiento de las entidades y los municipios, seguridad pública, educación tecnológica y de adultos. Lo anterior significa que el descenso de 0.2% en el PPEF 2020 estima menos recursos para combatir el rezago en diferentes sectores de la sociedad que existe en los gobiernos subnacionales. De hecho, de los ocho fondos que componen al Ramo 33, sólo se presentan aumentos en dos: servicios de salud y educación tecnológica y de adultos. Caja discrecional Para el próximo año destaca el incremento real de 8.1% en Ramo 23: Provisiones Salariales y Económicas, ya que en administraciones pasadas fue considerada una bolsa discrecional, sin reglas de operación, aunque se ha observado que algunos de sus subramos son utilizados por estados y municipios para enfrentar necesidades de liquidez o impulsar proyectos de infraestructura. Según el PPEF, este ramo “es un instrumento de política presupuestaria que permite atender las obligaciones del gobierno federal cuyas asignaciones de recursos no corresponden al gasto directo de las dependencias ni de las entidades; específicamente este ramo se encarga de las provisiones salariales y económicas para: i) el cumplimiento del balance presupuestario, ii) el control de las ampliaciones y reducciones al presupuesto aprobado, con cargo a modificaciones en ingresos, iii) la operación de mecanismos de control y cierre presupuestario y iv) otorgar provisiones económicas a través de fondos específicos a entidades federativas y municipios”. Es importante aclarar que la variación de 8.1% solamente se refiere a unos fondos para el desarrollo regional, que suman 15,010.9 millones de pesos. No obstante, al agregar otros conceptos administrativos y salariales el monto llega hasta 131,300.5 millones de pesos, superior a la cifra aprobada del 2019 (112,996.7 millones), pero inferior a la del 2018 (156,463.2 millones). Consecuencias El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 señala que entre el 2015 y el 2019, el gasto federalizado disminuyó 5.2% real, como consecuencia de las contracciones en protección social en salud (26%), por la reconfiguración de los servicios de salud para población abierta; en convenios de descentralización (59.1%), por el cambio en la estrategia global de atención de las necesidades de la población, que se da particularmente a través de programas a cargo de las dependencias federales, y en otros subsidios (85.1%), por la reducción, principalmente, de los programas contenidos en el Ramo 23. Dependencia La preocupación de estados y municipios sobre la caída de 0.5% de del gasto federalizado proviene de su dependencia hacia los recursos federales. En el 2018, 19.4% de los ingresos totales de las 32 entidades corresponde a ingresos propios, el restante, emana de la Federación. La Ciudad de México es la entidad que menos depende de los recursos federales, ya que de sus ingresos totales, 47.7% pertenece a propios; le siguieron el Estado de México, con 23.9%, y Aguascalientes, con 18.3 por ciento. Guerrero es el territorio que más depende de la Federación, pues apenas 2.4% de sus ingresos totales es propio. |