Hay incertidumbre en los estudiantes de si podrán concluir
Becarios en el extranjero denuncian autoritarismo del CONACYT
Por: Redacción
2019-08-22 - 16:05:00 /

El Comité de Becarios CONACYT ‘Carlos Pellicer Cámara’ denunció la falta de respuesta del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, así como de la directora general, María Elena Álvarez-Buylla Roces, para explicar los criterios para negar la extensión de becas doctorales en el extranjero.

En documento, se denuncia “la falta de transparencia con la que se manejan las comisiones dictaminadoras pues los criterios en los que se basa la revisión y análisis de las solicitudes no son claros, así como las respuestas que acompañan a los rechazos de extensión, al no detallar la justificación de la negativa”.

Además, cuestionan: “¿por qué los becarios del CONACYT tienen que pagar las consecuencias de la corrupción de aquellos funcionarios que en los gobiernos anteriores despilfarraron los recursos públicos en dependencias federales y estatales”.

A continuación, el documento íntegro:

"AUTORITARISMO DEL CONACYT ANTE UNA PETICIÓN DE SUS BECARIOS DEL DOCTORADO EN EL EXTRANJERO

Dr. Raúl Rojas Soriano, en representación del Comité de Becarios en el Extranjero “Carlos Pellicer Cámara”.

El Comité de Becarios en el Extranjero “Carlos Pellicer Cámara” denuncia ante la opinión pública la falta de respuesta por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) a la petición que dicho comité le envió (a través del correo electrónico el 25 de julio del año en curso) en la cual solicitaba la intervención de la Directora General, Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, para conocer la forma en que la Subdirección de Becas al Extranjero gestiona las solicitudes de extensión de becas doctorales. Esta petición se hizo luego de que desde inicios de este año (2019) ha habido un rechazo, sin explicación alguna, a la gran mayoría de las solicitudes de extensión de las becas.

De igual manera esa institución no ha respondido a la carta que entregué en físico el 8 de agosto del presente año (en las oficinas centrales del CONACYT), en representación de los becarios ante dicha institución, para que sus autoridades reconsideren los casos que han sido rechazados.

Asimismo, señalo aquí de nuevo la falta de sentido humanitario del CONACYT por tratar a los becarios e investigadores como casos y no como seres humanos, lo cual despersonaliza las relaciones entre éstos y los servidores públicos que revisan las solicitudes. Ello contradice la tradición científica que han dejado como legado imperecedero notables investigadores de todas las áreas y épocas del conocimiento no sólo con relación a sus portentosos hallazgos, experimentos e inventos, sino por la visión humanitaria (como sustento filosófico y social) con la que realizaron sus trabajos científicos. Esto permite darle significado pleno a las preguntas que no debe olvidar el CONACYT: ¿quién investiga y por qué?; igualmente, ¿para qué se investiga, y a quiénes van a servir los resultados del trabajo científico?

Es necesario, asimismo, destacar la falta de transparencia con la que se manejan las comisiones dictaminadoras pues los criterios en los que se basa la revisión y análisis de las solicitudes no son claros, así como las respuestas que acompañan a los rechazos de extensión, al no detallar la justificación de la negativa.

Cabe mencionar que en ninguna de las resoluciones se indica la fecha de evaluación de la solicitud, por lo que el CONACYT imposibilita la aplicación del derecho de los becarios establecido en el artículo 22 del Reglamento de Becas, que señala que la resolución “[…] será informada al solicitante en un plazo no mayor a 20 (veinte) días hábiles a partir de la fecha de evaluación [y que] en caso de que no se otorgue la respuesta en el plazo previsto, la solicitud se considerará aceptada para los efectos correspondientes”. La situación actual es que en muchos casos el CONACYT se ha excedido de los 20 días hábiles para contestar dichas solicitudes, y el resultado es de rechazo.

Si realmente el CONACYT quiere situarse en el rumbo de la Cuarta Transformación, en la que (además de la austeridad y la lucha contra la corrupción) uno de los propósitos prioritarios del gobierno es el de la democratización de las instituciones y de la sociedad entera, es incomprensible el silencio y abandono a quienes se preparan profesionalmente en las mejores universidades del extranjero.

Por lo anterior, exigimos a las autoridades del CONACYT: 1) la publicación de los criterios de evaluación tal como se aplican, y no sólo los que están escritos en los documentos oficiales; 2) que tales criterios no se ciñan a una visión administrativa, concretamente de índole presupuestal, y 3) dar a conocer los nombres de las personas encargadas de la evaluación.

Sólo de esta manera puede haber una evaluación transparente, eficiente y profundamente social en el sentido de que la valoración del trabajo científico no tiene razón de ser si no se considera el aspecto humano-social de los becarios. Esto si realmente quiere terminarse con la visión neoliberal en el CONACYT, puesto que dicha institución no es una empresa.

Aprovecho el espacio para dar a conocer la grave situación en la que viven los becarios al no saber si podrán concluir sus estudios doctorales, pues su situación legal y económica en los países donde estudian depende del apoyo económico e institucional del CONACYT. Por ello, exigimos un diálogo urgente con las autoridades de la institución para atender el caso de los becarios rechazados, debido a la incertidumbre y total indefensión en la que se encuentran.

Estamos conscientes, los becarios y quien suscribe este documento, de las circunstancias difíciles por las que actualmente atraviesa México, sobre todo porque todavía se está llevando a cabo la transición hacia una política en la que se espera mayor sentido de equidad y justicia después de muchos años de vivir exactamente lo contrario.

Por lo anterior, planteo la siguiente reflexión que es, a la vez, una pregunta: ¿Por qué los becarios del CONACYT tienen que pagar las consecuencias de la corrupción de aquellos funcionarios que en los gobiernos anteriores despilfarraron los recursos públicos en dependencias federales y estatales, situación que ha obligado al gobierno del Presidente López Obrador a impulsar medidas de austeridad, las cuales, sin embargo, están afectando de diversas formas los estudios doctorales de los becarios del CONACYT, al igual que las actividades científicas de miles de investigadores de México?".

 
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