Samuel Jiménez Díaz, un vendedor de raspados pasó a convertirse en el héroe de la playa de La Bamba en la ciudad de Boca del Río, después de haber salvado la vida de tres personas. Su vida no ha cambiado, aparentemente sigue siendo el mismo, pero en su interior, la idea de haber muerto a cambio de salvar la vida de un padre y sus dos hijos, lo estremece al grado de poner sus ojos llorosos. Para Sin Muros, relató un poco de lo que ocurrió, el pasado lunes alrededor de las 8:30 de la noche, cuando una familia originaria de México estuvo a punto de ahogarse y sin pensarlo corrió a la zona de las escolleras, cayendo tres veces pero ni eso lo detuvo para poder brindarle el auxilio ante los gritos de desesperación. En ese momento sólo tuvo cabeza para correr, ayudar y ponerlos a salvo pero ahora en la reflexión, piensa que tal vez pudo morir en el intento. Samuel tiene 30 años, es soltero y aunque es originario de Chiapas, vive en Veracruz desde hace 15 años, trabajando en lo que puede. Desde hace cuatro años vende raspados en la zona de playas de la Bamba, pero después de salvarle la vida a esta familia, le gustaría ser parte del grupo de salvavidas de Boca del Río. La familia a la que ayudó sólo le dio las gracias, pero en él quedó la satisfacción de que salvó tres vidas, ante los ojos de una multitud que gritaba y pedía ayuda, pero que no hizo nada.
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