Al grito de "¡Ya cayó, ya cayó, la reforma ya cayó!", el pleno de la Cámara de Diputados avaló, en lo general y en lo particular, la reforma educativa y el documento fue enviado al Senado de la República para su discusión y eventual aval.

Después de seis horas y media de debate, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó este documento al cual solamente se aceptó una modificación de la diputada Celeste Ascencio de Morena para incluir en el artículo 3 de la Constitución que se tendrá que incluir en los planes de estudio, la educación sexual.

Este dictamen presentó 41 reservas de 25 distintos oradores sin embargo, una a una fueron desechadas, incluso las que presentó el PAN para eliminar el artículo 16 transitorio que fue bautizado como la "manzana envenenada" o el "artículo maldito".

Este dictamen fue criticado por diputados de oposición porque no se tuvo a tiempo un impacto presupuestal de esta reforma, y por lo tanto, no tendrá recursos. También se acusa que en el artículo 16 transitorio hay una “manzana envenenada”, pues se corre el riesgo de que con la interpretación de esta redacción se le regrese el control de las plazas al magisterio. Además rechazaron que con esta reforma se derogue la reforma de Enrique Peña Nieto, “es un engaño para los maestros que votaron por López Obrador, pues hasta se mejora”, dijo Alfonso Robledo (PAN).

“Se introduce un artículo decimosexto que es peligrosísimo, que no era objeto de la reforma, que quiere precisar el alcance del régimen laboral, que lo que hace es confundir y que deja preocupaciones para poder eventualmente introducir prácticas que puedan consolidar la corrupción, el tráfico de plazas y el tráfico de personas", aseguró Juan Carlos Romero Hicks, líder del PAN en San Lázaro y con el respaldo de toda su bancada.

En este dictamen se especifica que habrá concursos para el ingreso, promoción y reconocimiento en el magisterio, pero los mecanismos se decidirán a través del nuevo Sistema para la Carrera de los Maestros y Maestras, que entrará en una ley secundaria.

"La admisión, promoción y reconocimiento del personal que ejerza la función docente, directiva o de supervisión, se realizará a través de procesos de selección a los que concurran los aspirantes en igualdad de condiciones”, describe la reforma al artículo tercero constitucional.

También regresa al sistema escalafonario como medida para determinar las promociones y ascensos; y abre la puerta para las dobles negociaciones entre las secciones sindicales y los gobiernos de los estados, al considerar que las relaciones laborales con los maestros se regirán por las constituciones locales de los estados.