El hoy testigo colaborador de la Fiscalía General de la República (FGR), afirmó que el entonces gobernador Javier “N” les instruía ocultar los déficits presupuestarios del gobierno y, en su lugar, reportar ahorros netos: "En la cuenta pública consolidada del año 2011 se había establecido que existía un ahorro neto del ejercicio que ascendía a 2 mil 699 millones 141 mil 7 pesos, cuando en realidad existía un déficit presupuestario de aproximadamente 12 mil millones de pesos anuales". Agregó al respecto: "Este número es un aproximado, pues existían compromisos económicos mayores a los ingresos estatales por mil millones de pesos cada mes. De conformidad con instrucciones giradas por el propio Gobernador, este déficit no podía ser reflejado en la Cuenta Pública o en los estados financieros porque rompería acuerdos con bancos y convenios con acreedores de la bursatilización". Con la publicación de un acuerdo en la gaceta oficial del estado, el 19 de diciembre de 2011, recordó que Javier “N” institucionalizó el uso de recursos federales para el gasto corriente, lo cual ayudó a manejar las finanzas estatales pero se prestó para desviar dinero, lo cual ocasionó que la Sefiplan empleara dos tipos de cuentas bancarias: por un lado, las llamadas "específicas" o las que legalmente deben abrirse para recibir los fondos federales, y por otro las "concentradoras" o "licuadoras", abiertas por órdenes del mandatario. Detalló, al respecto: "Entonces, cuando llegaba un fondo federal etiquetado a una cuenta específica, se enviaba el recurso obtenido a la cuenta concentradora, para posteriormente ser transferido a las instituciones, fondos, programas, secretarías o realmente caprichos del gobernador, ya que se hacía lo que él quería, esa es la verdad". Tarek Abdalá, quien fue tesorero de la Sefiplan del 6 de febrero de 2012 al 31 de febrero de 2015, tiempo en que ocuparon el cargo de secretarios Tomás Ruiz, Salvador Manzur, Carlos Aguirre, Fernando Charleston y Mauricio Audirac, recordó también que los subsecretarios con los que coincidió fueron Gabriel Deantes Ramos, Sergio de la Llave y Carlos Hernández, “todos ellos conocían las prácticas respecto a la manera en que se desviaban los recursos y no sólo eso, sino que las aprobaban y en ocasiones se beneficiaban económicamente de las mismas". Aseveró, al respecto: "Jamás tomé yo por mí mismo esta decisión porque, por supuesto, no tenía facultades para hacer pagos sin su instrucción ni aprobación, yo rendía cuentas y era el simple token del organigrama, el último eslabón y la persona a la que utilizaban para realizar los pagos". Aseguró en un testimonio ante la FGR que cuando Tomás Ruiz fue titular de la Sefiplan instruyó un "fondo especial" para entregar un sobresueldo en efectivo a secretarios y subsecretarios, el cual fue aplicado antes de que él fuera tesorero de la dependencia y que a los secretarios o subsecretarios se les daba esa compensación adicional a su salario para homologar sus percepciones con los de los funcionarios federales. |