Solo quedaron una calavera y un par de pantalones después de que un presunto cazador furtivo de rinocerontes fue asesinado por un elefante y luego comido por leones en el Parque Nacional Kruger, informó Parques Nacionales de Sudáfrica. El incidente ocurrió después de que el hombre y otros cuatro entraron al parque para atacar a los rinocerontes, según un comunicado del servicio de parques. Su familia fue notificada de su muerte por sus compañeros cazadores furtivos, y un grupo de búsqueda dirigido por Don English, gerente regional de Kruger, se dispuso a recuperar el cadáver. Exploradores recorrieron la zona a pie y la policía voló sobre el área, pero debido a la falta de luz, no se pudo encontrar el cadáver. La búsqueda se reanudó y con la ayuda de guardabosques adicionales, se descubrió lo que quedaba de su cuerpo. “Las indicaciones encontradas en la escena sugirieron que una manada de leones había devorado los restos, dejando solo un cráneo humano y un par de pantalones”, se indicó en el comunicado. Glenn Phillips, el gerente ejecutivo del Parque Nacional Kruger, extendió sus condolencias a la familia del hombre. “Entrar al Parque Nacional Kruger ilegalmente y a pie no es prudente, tiene muchos peligros y este incidente es evidencia de ello”, advirtió. “Es muy triste ver a las hijas de los fallecidos lamentando la pérdida de su padre, y peor aún, solo pudiendo recuperar muy poco de sus restos”. Las cuatro personas que se unieron a la caza ilegal fueron arrestadas este miércoles por el Servicio de Policía de Sudáfrica, y las autoridades continúan investigando lo que sucedió. El rinoceronte africano es buscado por su cuerno debido a la creencia entre algunos que practican la medicina oriental de que el cuerno tiene beneficios afrodisíacos, lo que lo hace más valioso que la cocaína en algunas partes del mundo. De especial preocupación es el rinoceronte negro, que se considera en peligro crítico de extinción después de que su población cayó de aproximadamente 65.000 en 1970 a 2.400 en 1995, según el Parque Nacional Kruger. Desde entonces, los esfuerzos de conservación han aumentado su número, y los 5.000 rinocerontes negros que quedan en el mundo viven predominantemente en Sudáfrica, Namibia, Kenia y Zimbabwe. En 2016, había entre 349 y 465 rinocerontes negros viviendo en Kruger y entre 6.600 y 7.800 rinocerontes blancos, que también sufren de caza furtiva, dijo el Departamento de Asuntos Ambientales de Sudáfrica. Kruger se considera una zona de protección intensiva, y el gobierno emplea una variedad de recursos para impedir la caza furtiva, incluidos aeronaves, perros, guardabosques especiales y una unidad de investigación de delitos ambientales. De los 680 arrestos por caza furtiva y tráfico realizados en 2016 por los Servicios de la Policía de Sudáfrica, 417 estaban en Kruger y sus alrededores, dijo el departamento. En septiembre, el departamento anunció que seis hombres, entre ellos dos líderes sindicales, dos policías y un exagente de policía, habían sido arrestados por tráfico de cuernos de rinoceronte. (Con información de CNN en español) |