Habitantes y taxistas de los alrededores del mercado El Coyol sabían de la venta de gasolina de manera clandestina en ese centro de abasto también irregular. La estaban vendiendo en las gasolinerías a cinco pesos y a nosotros nos la daban en 15 pesos”, dijo a Excélsior Arnoldo, quien trabaja en una base de taxis a 20 minutos del mercado. La madrugada de ayer el mercado, ubicado en la avenida Gran Canal y Buenrostro, en la alcaldía de Gustavo A. Madero, fue asegurado junto con una toma clandestina y cuatro sujetos fueron detenidos. Sin embargo, el olor a gasolina era constante en la zona por lo menos desde septiembre pasado y los habitantes de las unidades habitacionales vecinas y los propios locatarios ya lo habían denunciado. "Desde septiembre, a mediados de septiembre, una mañana llegamos y olía muchísimo a gasolina, hablamos por teléfono, vino Protección Civil, checaron las coladeras y dijeron que eran las coladeras”, aseguró Siria Medrano, representante de la Unión de Locatarios, quien aseguró que Aurelio Quiroz, encargado de Proteccion Civil de la entonces delegación, fue quien les dijo que no había nada de qué preocuparse, que sólo era el olor del drenaje. Representantes de los 57 comercios afirman que el local donde se ubicó la toma clandestina fungía como carnicería, pero en septiembre cambió de dueño y éste puso una pizzería, la cual permanecía cerrada o abría esporádicamente y nunca tenía pizzas. Medrano indicó que también desde aquel mes las autoridades de la demarcación dejaron de cortar el pasto del camellón de Gran Canal, cuyo trazo corresponde con el de los ductos de Pemex. |