El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania, han preparado un festín con acento francés para agasajar al presidente galo, Emmanuel Macron, y a su esposa, Brigitte, en su visita de Estado. Jambalaya, cordero y ópera serán los platos fuertes de una celebración supervisada al detalle por Melania Trump, que se estrena como anfitriona en su primera cena de Estado en la Casa Blanca. El matrimonio Macron llegó hoy a Washington para la primera visita de Estado de la Presidencia Trump, al año y tres meses de su mandato, algo que no es habitual. Lo primero que harán las dos parejas es plantar un roble albar, regalo de los invitados, en el jardín sur de la Casa Blanca. La noche de este lunes las parejas cenarán en la casa del primer presidente estadunidense, George Washington. Es un árbol que simboliza la longeva alianza entre Estados Unidos y Francia: procede del bosque Belleau, lugar de la batalla homónima de 1918 en la que murieron más de 9 mil soldados norteamericanos. Por la tarde, tomarán el helicóptero presidencial, el Marine One, para disfrutar de una vista privilegiada de los imponentes monumentos de Washington. El vuelo concluirá al otro lado del río Potomac, en Mount Vernon, la casa del primer presidente estadunidense, George Washington, donde harán algo que no está al alcance de cualquier turista: cenar dentro. La jornada del martes comenzará con la tradicional ceremonia de bienvenida de las visitas de Estado en el Jardín Sur de la Casa Blanca. Participarán cerca de 500 agentes de las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y asistirán miembros del Gobierno, congresistas, familiares de los militares y estudiantes de una escuela local de inmersión en francés. Los dos presidentes mantendrán después una reunión en la habitual rueda de prensa conjunta, mientras que sus esposas visitarán la Galería Nacional de Arte, que exhibe en este momento una muestra del pintor francés Paul Cézanne. TOQUE FRANCÉS Para la cena de Estado, Melania Trump ha optado por una paleta de colores en crema y oro, vajillas en tonos verdes y flores blancas: lilas y arvejillas. Además, se han dispuesto para la ocasión más de mil 200 ramas de cerezos en flor, coincidiendo con el festival homónimo, uno de los momentos más bonitos y esperados del año en la capital estadunidense. Con el menú se hará un guiño especial a la influencia francesa en la comida estadunidense, especialmente en Louisiana, con el sabroso jambalaya: un plato de arroz con pollo, jamón y langostinos típico de la gastronomía cajún. Además, se servirán costillas de cordero, verduras del jardín de la Casa Blanca, tarta de nectarina con helado de crema fresca y vinos con "alma francesa y suelo estadunidense". La velada la amenizará la Ópera Nacional de Washington, del Kennedy Center, el gran templo de las artes en la ciudad. El miércoles, Macron dará un discurso ante el Congreso de Estados Unidos y dejará Washington por la tarde. |