El pasado 30 de enero varios cuerpos fueron hallados dentro de 15 bolsas de plástico en Guerrero
Desmembrados y degollada en Chilapa eran padres y hermana de una monja
Por: Sin Embargo
2018-02-13 - 19:48:08 / Ciudad de México

Dos de las personas que fueron halladas desmembradas el pasado 30 de enero en Chilapa, Guerrero, y la joven que fue degollada días después, eran los padres y hermana de una monja, reveló el Obispo Salvador Rangel Mendoza.

Durante una misa, el presbítero informó que la religiosa era la responsable del Colegio Morelos de Chilapa, donde hacía “un trabajo excelente”. Sin embargo, después de los hechos violentos que cobraron la vida de sus papás y su hermana, ella y otras compañeras decidieron salir de la ciudad, y ahora, los niños que estaban bajo su cuidado, “quedaron abandonados”.

El pasado 30 de enero, siete cuerpos desmembrados fueron hallados dentro de 15 bolsas de plástico en la colonia Maestros, cerca del río Ajolotero de Chilapa. Cinco de las víctimas eran artesanos originarios de Veracruz, que iban por primera vez a vender su trabajo en dicha ciudad.

Cuatro días después, una joven de 18 años de edad que fue “levantada” junto con las siete víctimas desmembradas, fue hallada muerta en el barrio El Calvario de Chilapa. Su cuerpo presentaba signos de tortura y violación. De acuerdo con los forenses, habría sido asfixida.

Hasta este día, las identidades de dos de los desmembrados, así como la de la joven, eran desconocidas.

La mujer hallada en bolsas de plástico fue identificada como Dolores, de 51 años de edad y originaria de Iguala, y su esposo– cuyo nombre se desconoce–, quien se dedicaba a la venta de bienes raíces y era originario de Chilapa. La joven de 18 años era la hija de ambos, y los tres, familia de la religiosa.

Ante sus feligreses, Rangel Mendoza expresó su molestia por estos hechos y por el asesinato de los sacerdotes Germaín Muñiz e Iván Añorve– ocurridos la mañana del 5 de febrero cerca de Taxco–, quienes han sido, dijo, difamados por las autoridades del estado para poderse justificar ante estos casos de violencia.

El Obispo de Chilpancingo-Chilapa comparó la inseguridad que vive Guerrero desde hace unos años con la enfermedad de la lepra, “que es una bacteria que va pudriendo los labios, la nariz, las orejas y el cuerpo se llena de llagas”.

“Tenemos la lepra de tipo social, mucha gente de Guerrero tiene miedo por la inseguridad, hasta yo tengo miedo por la inseguridad que hay por donde quiera”, agregó Rangel.

Asimismo, reiteró que una estrategia que podría contener las ejecuciones en la entidad sería que los gobernantes negocien con los líderes del crimen organizado.

Rangel Mendoza lamentó que “este flagelo de la inseguridad está perjudicando a muchos niños, a muchos padres de familia”

Detalló, además, que por parte del Gobierno– sin especificar– le dijeron que “no hiciera más declaraciones”, pero “no voy a permitir que revictimicen cuando el Estado es responsable de que haya seguridad en los caminos”.

 
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